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Jesús: el verdadero pacificador

El 30 de diciembre de 1862 se desató la Guerra Civil Estadounidense. Las tropas de la Unión y de los Confederados acamparon a unos 650 metros de distancia a ambos lados del río Stones, en Tennessee. Mientras se calentaban junto a fogatas, los soldados de la Unión tomaron sus flautas y armónicas, y comenzaron a tocar Yankee Doodle. En respuesta, los Confederados tocaron Dixie. Lo maravilloso fue que todos se unieron para un final, tocando juntos Home, Sweet Home. Sin embargo, la tregua melódica duró poco. Por la mañana, dejaron sus instrumentos y tomaron sus armas, y 24.645 soldados murieron.

Comunidad en Cristo

«Sabía que la única manera de triunfar era olvidarme de casa, de mi esposa, mi hijo y mi hija —dijo Javier—. Descubrí que no puedo hacerlo. Están entretejidos en la trama de mi corazón y alma». Solo, en una región lejana, Javier participaba en un programa de telerrealidad, donde debían sobrevivir al aire libre, con la menor cantidad de provisiones, el mayor tiempo posible. Lo que lo forzó a abandonar no fueron los osos pardos, las temperaturas heladas, las heridas ni el hambre, sino la soledad abrumadora y el deseo de estar con su familia.

Amargura de dulces robados

En Alemania, unos ladrones robaron un camión refrigerante con más de 20 toneladas de chocolate. El valor estimado de la dulzura robada era de 80.000 dólares. La policía local pidió a quienes se les ofrecieran grandes cantidades de chocolate por canales inusuales que lo reportaran de inmediato. ¡Sin duda, los que robaron esa enorme cantidad de dulces enfrentarán consecuencias amargas si son capturados y sentenciados!

Asuntos de familia

Mi hermana, mi hermano y yo fuimos desde diferentes estados al funeral de nuestro tío y paramos para ver a nuestra abuela de 90 años. Un ataque cerebral la había dejado paralizada, había perdido el habla y solo podía usar su mano derecha. Mientras estábamos junto a su cama, extendió esa mano y tomó la de cada uno de nosotros, colocándolas sobre su corazón y dándoles una palmadita. Con ese gesto sin palabras, mi abuela habló a lo que había sido, de alguna manera, una relación de hermanos rota y distante. «Asuntos de familia».

El valle de la alabanza

El poeta William Cowper luchó con la depresión gran parte de su vida. Tras un intento de suicidio, fue internado en un psiquiátrico. Pero allí, gracias a un médico cristiano, llegó a tener una fe sincera en Jesús. Poco después, conoció al escritor de himnos John Newton, quien lo alentó a colaborar con un himnario para la iglesia. Uno de los himnos que escribió Cowper fue «Dios se mueve de formas misteriosas», con palabras salidas del crisol de la experiencia: «Ustedes, santos temerosos, renueven el ánimo; las nubes que tanto temen están llenas de misericordia y romperán en bendiciones sobre sus cabezas» (trad. lit.).

El tierno amor de Dios

Un video de 2017 de un papá consolando a su hijo de dos meses, mientras el bebé recibía las vacunas habituales, llamó la atención en todo el mundo por la forma en que captaba el amor del padre por su pequeño. Cuando la enfermera terminó, el papá lo puso tiernamente contra su mejilla y el bebé dejó de llorar enseguida. Casi no hay nada tan tranquilizador como el tierno cuidado de padres amorosos.

Las decisiones importan

La agenda del pastor Damián incluía visitar en distintos hospitales a dos personas cercanas a la muerte que habían elegido diferentes formas de vivir. En uno, estaba una mujer amada por su familia. Muchos la apreciaban por su generoso servicio público. Otros creyentes en Jesús se habían reunido a su alrededor, y las oraciones y la esperanza llenaban la habitación. En el otro, el pariente de un miembro de la iglesia de Damián también estaba muriendo. Su corazón duro lo había llevado a una vida difícil, y su desordenada familia sufría por las malas decisiones de él. Las diferencias de atmósfera reflejaban el contraste entre sus vidas.

Listo para salir para Dios

El libro Talentos ocultos narra los preparativos para el vuelo de John Glenn al espacio. En 1962, las computadoras eran inventos modernos con problemas técnicos, y Glenn no confiaba en sus cálculos. Sabía que una mujer inteligente del área secreta manejaba bien los números y dijo: «Si ella dice que los cálculos están bien, estoy listo para ir».

En casa con Jesús

«No hay nada como el hogar», dijo Dorothy, y golpeó los tacones de sus zapatos. En El mago de Oz, solo se necesitó eso para transportar mágicamente a Dorothy y Toto de regreso a su casa en Kansas.

Dios conoce nuestras necesidades

Lando, un chofer de jeepney (una forma de transporte público en Filipinas) en Manila, tragaba café en un puesto junto a un camino. Después del aislamiento por Covid-19, la gente volvía a transitar, y pensó: Los eventos deportivos hoy significan más pasajeros. Recuperaré lo perdido. Por fin, puedo dejar de preocuparme.