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Articles by Karen Huang

Encontrar amor en Dios

Cuando era niño y le preguntaban: «¿Qué quieres ser cuando seas grande?», Ben decía: «Quiero ser como David». Su hermano era deportista, sociable y muy buen alumno. Por el contrario, Ben dice: «Yo era malo para los deportes, tímido y con problemas de aprendizaje. Siempre quería tener una relación cercana con David, pero él no. Me llamaba “el aburrido”».

Las promesas de Dios

Fue doloroso ver que mi papá perdía la memoria. La demencia es cruel; quita la memoria de las personas hasta que no recuerdan nada de lo que vivieron. Una noche, tuve un sueño que Dios usó para alentarme. Él tenía un pequeño cofre en sus manos, y me dijo: «Todos los recuerdos de tu papá están guardados aquí. Mientras tanto, los cuidaré. Y luego, un día, en el cielo, se los devolveré».

Miedo a lo desconocido

El primer día del año, el miedo me despertó a las tres de la mañana. La enorme carga que traería el año me abrumaba. Enfermedades en la familia me habían preocupado desde hacía tiempo, y ahora, el futuro me atemorizaba. ¿Ocurrirán más cosas malas?, pensaba.

Dios me conoce

Cuando mi hermana encontró un libro de cuentos de nuestra infancia, mi mamá, que ahora tiene más de 70 años, estaba gozosa. Recordó todos los detalles divertidos de un oso que robaba miel y lo perseguía un enjambre de abejas enojadas. También la risa de mi hermana y mía cuando anticipábamos la huida del oso. «Gracias por contarnos cuentos cuando éramos niñas», le dije a mi mamá. Ella conoce toda mi historia, incluso cómo era de niña. Ahora, que soy adulta, sigue conociéndome y entendiéndome.

Persistir en la oración

Mila, una asistente de cocina, se sintió incapaz de defenderse cuando su supervisora la acusó de robar pan de pasas. La acusación infundada y la deducción en el salario fueron solo dos de muchos actos equivocados de su jefa. «Dios, por favor, ayúdame —oraba Mila todos los días—. Es tan difícil trabajar con ella, pero necesito este trabajo».

Biblias en el asiento trasero

El auto de Andrew se detuvo y los guardias se acercaron. Oró como muchas veces antes: «Dios, cuando estuviste en la tierra, hiciste ver a los ciegos. Ahora, enceguece los ojos que ven». Los guardias revisaron el auto, sin decir nada sobre las Biblias. Andrew cruzó la frontera, llevando su carga a los que no podían tener una Biblia.

Decir que sí por fe

Cuando me preguntaron si aceptaba una nueva responsabilidad en el trabajo, quería decir que no, pensando en los desafíos y mi sensación de ineptitud para manejarlos. Pero tras orar y buscar la guía de la Biblia y de otros creyentes, entendí que Dios me indicaba que dijera que sí. Aunque las Escrituras me confirmaban su ayuda, acepté, pero con ciertos temores.

Juntos en Jesús

La mayoría de los 300 residentes de Whittier, Alaska, viven en un gran complejo de apartamentos. Por eso, a Whittier se lo llama «un pueblo bajo un mismo techo». Amie, una exresidente, dice: «No tenía que salir del edificio; la tienda de alimentos, la escuela y el correo estaban en la planta baja… ¡solo bajar en el ascensor!».

Buena sopa de arroz

El plato que más vendía Jocelyn en su puesto de comida era su sopa de arroz. Revolvía cuidadosamente el arroz cocido, hasta obtener una consistencia suave. Por eso, se sorprendió cuando un cliente habitual dijo: «Tu sopa de arroz sabe diferente. La textura no es tan fina».

Nuestro impacto en los demás

Cuando el Dr. Lee, mi profesor del seminario, notó que Benjie, el conserje, llegaría tarde al almuerzo, apartó silenciosamente un plato de comida para él. Mientras charlábamos con mis compañeros, también puso la última porción de torta en una fuente y le agregó un poco de coco rallado delicioso. Esta acción bondadosa de un teólogo sobresaliente fue una de muchas, y lo que considero una expresión de la fidelidad a Dios del Dr. Lee. Veinte años después, la profunda impresión que me produjo aún perdura.