Amar mediante la oración
«No sé dónde estaría hoy si mi mamá no hubiese orado por mí. Creo que ni siquiera estaría vivo», comentó mi amigo Rahim, un exadicto que había estado preso por distribución de drogas. Un día, mientras tomábamos café, compartió sobre el cambio que habían producido en su vida las oraciones de su madre. «Aunque la había dxecepcionado terriblemente, seguía amándome con sus oraciones. Estaba metido en muchos problemas, pero si ella no hubiese orado por mí, sé que habría sido peor».
Nuestro considerado Dios
«¿Quieres ver mi cicatriz?». Mi amigo Bill había estado cuadripléjico después de caer de una escalera hacía años, y ahora estaba hospitalizado por una infección grave de una cirugía. Mientras hablábamos del nuevo desafío, levantó la manta y me mostró la larga incisión para tratar su infección. «¿Te duele?», pregunté. «No siento nada», dijo.
La mayor sorpresa de amor
En la película de drama fantástico y deportes El campo de los sueños, el personaje, Ray Kinsella, tiene un encuentro con su padre fallecido, pero cuando este era joven y deportista. Al verlo por primera vez, Ray le comenta a su esposa Annie: «Solo lo vi años después, desgastado por la vida. Míralo… ¿qué le digo?». La escena genera una pregunta: ¿Cómo sería ver a un ser amado —pero ahora ya muerto— nuevamente vital y fuerte?
Dios del nuevo comienzo
«¡El mercader de la muerte está muerto!». Este era el título de un obituario que tal vez hizo que Alfred Nobel, el inventor de la dinamita, corrigiera el curso de su vida. Pero el periódico cometió un error: Alfred estaba bien vivo. El que había muerto era su hermano Ludvig. Cuando Alfred se dio cuenta de que sería recordado por un invento peligroso que se llevó muchas vidas, decidió donar la mayor parte de su abundante riqueza para establecer un premio para los que habían beneficiado a la humanidad. Se lo conoce como el Premio Nobel.
Los tesoros de nuestro Padre
Es solo una vieja navaja de bolsillo, desgastada por el tiempo, pero era uno de los tesoros de mi padre. Un día me la dio y me dijo: «Es una de las pocas cosas que tengo de tu abuelo». Mi abuelo murió cuando mi padre era joven, y papá atesoraba la navaja porque atesoraba a su padre.
Lectura, escritura y Jesús
¿Moisés con cuernos? Así lo describe la obra maestra de escultura de Miguel Ángel hecha en 1515. Dos cuernos le salen entre el cabello arriba de la frente.
Dios jamás nos pasa por alto
«A veces me siento tan… invisible». La palabra flotó en el aire mientras Joanna hablaba con su amiga. Su esposo los había dejado a ella y a sus hijos pequeños por otra mujer. «Le di mis mejores años —confesó—, y ahora no sé si alguien me vería realmente y se ocuparía de conocerme».
Un nuevo comienzo con Dios
«¿Tu pecado también puso a Jesús en la cruz?». Esto parece estar preguntando el pintor alemán Rembrandt en su obra maestra de 1633, La elevación de la cruz. Jesús aparece en el centro de la pintura mientras su cruz es levantada. Cuatro hombres la levantan, pero uno sobresale en la luz que rodea a Jesús. Su ropa es diferente: al estilo de la época de Rembrandt y con un sombrero que el pintor solía usar. Al mirar más de cerca el rostro, se ve que se incluyó en la pintura, como diciendo: «Mis pecados tuvieron parte en la muerte de Jesús».
Personas que animan
«Puro ánimo». Esto dijo J. R. R. Tolkien para describir el apoyo que su amigo y colega C. L. Lewis le brindó mientras él escribía la épica trilogía El señor de los anillos. El trabajo de Tolkien había sido meticuloso y exigente, y había escrito a máquina más de dos veces los extensos manuscritos. Cuando se los envió a Lewis, este respondió: «Todos los largos años que invertiste en esto valieron la pena».
Bondad sin medida
Dos amigos estaban comprando una computadora en una tienda, cuando se encontraron con el gran basquetbolista Shaquille O’Neal. Como sabían que acababa de perder a su hermana y a un excompañero de equipo, le ofrecieron sus condolencias. Cuando siguieron con su compra, Shaq se les acercó y les dijo que eligieran la mejor computadora que encontraran. Luego, se las compró, solo porque ellos vieron que estaba atravesando un momento difícil, y su amabilidad lo había conmovido.