Hablar la verdad en Cristo
Un hombre era experto en mentir para no pagar sus multas de tránsito. Cuando se presentaba a los tribunales, contaba el mismo cuento: «Terminé con mi novia y ella se llevó mi auto sin que yo lo supiera». Además, lo habían reprendido varias veces en el trabajo por mala conducta. Finalmente, lo sentenciaron por cuatro cargos de perjurio y cinco de falsificación por mentir bajo juramento a los jueces y presentar informes policiales ficticios. Para este hombre, la mentira se había convertido en un hábito de vida.
Gracia ahora
Mi amiga Jerrie tenía un breve receso, así que nos apuramos para entrar en un restaurante de comidas rápidas para almorzar. Casi al mismo tiempo, seis jóvenes entraron delante de nosotras y se pararon frente a las dos cajas, para asegurarse de que pudieran ordenar primero. En ese momento, oí que Jerrie se decía susurrando: «Muestra gracia ahora». ¡Vaya! Sin duda habría sido bueno que nos dejaran pasar primero, pero qué gran recordatorio sobre pensar en las necesidades y los deseos de los demás, y no solo en los míos.
¡Excelsior!
A veces, mensajes espirituales sorprendentes aparecen en lugares inesperados, como por ejemplo, en una historieta. El editor de Marvel Comics, Stan Lee, murió en 2018, dejando un legado de héroes icónicos como Spiderman, Iron Man, Los 4 Fantásticos, Hulk y muchos otros.
Dios nos oye
El niño llamó al número de emergencias. El operador del 911 atendió. «Necesito ayuda —dijo el muchachito—, tengo que hacer restas». La operadora procedió a ayudarlo, hasta que oyó que una mujer entraba en el cuarto y decía: «Juani, ¿qué estás haciendo?». Él le explicó que no podía resolver su tarea de matemáticas, así que hizo exactamente lo que su mamá le había enseñado para cuando necesitara ayuda. Y llamó al 911. Para Juani, su necesidad en ese momento era una emergencia. Para el compasivo oyente, ayudar al niño con su tarea fue la prioridad.
Pedir ayuda humildemente
Nuestra fiesta se acercaba, y mi esposa y yo empezamos con los planes. Como vendrían muchas personas, ¿deberíamos contratar un servicio de comidas? Si cocinábamos nosotros, ¿tendríamos que comprar una barbacoa? Ante la posibilidad de lluvia, ¿comprar una tienda? Enseguida, la fiesta se estaba volviendo muy costosa, e incluso un poco antisocial. Al tratar de proveer todo nosotros, estábamos perdiendo la oportunidad de recibir ayuda.
Cuando creer es ver
«No puedo creer lo que veo». Mi esposa, Cari, me llamó y me mostró por la ventana una cierva en el bosque, justo fuera de nuestra cerca, que saltaba de un extremo a otros de nuestro patio. Lo mismo hacían nuestros perros grandes dentro del patio, pero sin ladrar. Corrieron de un lado a otro durante casi una hora. Cuando la cierva se detenía y los miraba, los perros también lo hacían, y se preparaban para volver a correr. No era un comportamiento de depredador y presa; ¡la cierva y los perros jugaban y disfrutaban juntos!
Protección sabia
La escena era desgarradora. Una manada de 55 ballenas había quedado varada en una playa de Escocia. Los voluntarios trataron de salvarlas, pero finamente murieron. Nadie sabe por qué ocurren esas cosas, pero podría ser por los fuertes vínculos sociales de las ballenas. Cuando una entra en problemas, el resto va a ayudarla; un instinto protector que, irónicamente, las lleva a dañarse.
¿Qué tienes en la mano?
Tiempo después de recibir a Cristo como Salvador y dedicar mi vida a Él, sentí que me guiaba a dejar mi carrera de periodista. Al dejar mi pluma y mis escritos, no pude evitar sentir que, un día, Dios me llamaría a escribir para su gloria. Durante los años de peregrinación en mi desierto personal, me alentó la historia de Éxodo 4 sobre Moisés y su vara.
Dios de justicia
De adolescente, Ryan perdió a su mamá por cáncer. Se encontró sin hogar y pronto dejó la escuela. Se sentía desesperado y a menudo con hambre. Años después, fundó una organización que capacita a otros para cultivar su propia huerta. La fundación sostiene que nadie debería carecer de alimentos y que los que tienen algo deben ocuparse de los que no tienen. El interés de Ryan por los demás refleja el sentir del corazón de Dios por justicia y misericordia.
Vale la pena esperar
Phil Stringer esperó 18 horas para abordar un vuelo demorado. Pero su paciencia y perseverancia valieron la pena. ¡No solo llegó a su destino a tiempo para unas reuniones de negocio importantes, sino que fue también el único pasajero en el vuelo! Los asistentes de vuelo le dieron todo lo que deseaba comer, y Stringer agrega: «Por supuesto, me senté en la primera fila. ¿Por qué no, si tienes todo el avión para ti solo?». Sin duda, la espera valió la pena.