Aferrarse a las promesas de Dios
Wendy se sintió un poco excluida. En el receso para almorzar, su jefe había dejado chocolates en los escritorios de todos, excepto en el suyo. Desconcertada, se lamentó ante una amiga: «¿Por qué no me tuvo en cuenta?».
Transformados por el Espíritu
Cuando Neil Douglas abordó su vuelo para Irlanda, descubrió que su asiento estaba ocupado por otro pasajero, entonces empezó una conversación para resolver el problema. Cuando el pasajero levantó la vista para responder, ¡Neil estaba frente a frente con su doble! Los demás pasajeros se reían del parecido, mientras ellos se tomaban una selfi. Después, se volvieron a encontrar al registrarse en el mismo hotel, y luego en un bar. A la mañana siguiente, descubrieron que su foto se había vuelto viral en las redes debido a su sorprendente parecido.
Casos perdidos
La situación parecía perdida para Jem, la hija de Amy y Alan. Nacida con trisomía 18, se esperaba que muriera pocos días o semanas después. «No tiene sentido tratarla», dijo fríamente el médico. Pero la madre respondió: «Tengo sueños más grandes para ella». Llevaron a Jem a casa y la amaron. Y oraron.
Lo que tu Padre celestial quiere
Esteban tomó su sierra y salió hacia el bosque. En ese momento, oyó a Augusto, de cinco años: «¡Espera, papá! ¡Quiero ir!». Con su sierra de juguete, guantes de trabajo y orejeras, siguió a su papá. Esteban le puso un par de troncos a una distancia segura. A los diez minutos, Augusto estaba agotado. ¡Cortar troncos con una sierra de juguete era trabajo duro! Pero estaba contento de «ayudar» a su papá, y su papá estaba encantado de pasar tiempo con su hijo.
Permanecer firme en la fe
Hace unos años, mientras iba caminando para tomar el tren para ir a trabajar, vi a una mujer con un perro de mirada feroz que se me acercaba. Crecí rodeada de perros mascotas, así que no suelo asustarme de esos amigos peludos, pero este lucía amenazante. Cuando se acercó, me ladró. Traté de reírme, pero luego se lanzó hacia mí, así que grité. Gracias a Dios, no pudo lastimarme porque no me alcanzó. Su dueña lo sostuvo de la correa con firmeza.
Un corazón generoso
Cuando la estrella del fútbol Sadio Mané, de Senegal, jugaba para el Liverpool en la liga inglesa, era uno de los jugadores africanos mejor pagos del mundo, recibiendo millones de dólares por año. Los aficionados detectaron una foto de Mané con un iPhone con la pantalla rota, y bromeaban sobre él por usar un aparato dañado. Su respuesta fue tranquila: «¿Por qué querría tener diez Ferraris, veinte relojes de diamante y dos aviones? Tuve hambre, trabajé en el campo, jugué descalzo y no fui a la escuela. Ahora puedo ayudar a la gente. Prefiero construir escuelas y dar comida y ropa a los pobres. [Dar] algo de lo que la vida me ha dado».
Mantente preparado
Betty está preparada. Comenzó a seguir a Jesús de adolescente y siempre ha aprovechado oportunidades para servirle y agradarle. Asiste a estudios bíblicos, servicios en la iglesia y reuniones de oración. Ha enseñado, visitado campos misioneros, trabajado en la guardería, servido junto a la esposa del pastor, y le encanta estar con el pueblo de Dios. Lo asombroso es que tiene 102 años y sigue estando lista para hacer lo que le agrade a Dios. Es una inspiración para muchos que quizá a veces no tienen ganas de reunirse con otros creyentes. Ahora Betty dice que está ansiosa por llegar al cielo para estar con su Salvador: «¡Estoy lista para ver a Jesús! Lo amo tanto».
Planear con prudencia
Ezdan, médico de un pequeño pueblo, abrigaba un gran sueño para su hija Eleanor, que tenía síndrome de Down. Esperaba abrir una empresa para proveer trabajo pago para ella en el futuro. «Atemorizado» por lograr su sueño, tomó un curso en línea sobre cómo empezar una empresa. Luego, con su esposa, abrieron una panadería familiar, y está progresando. «Se ha convertido en una verdadera empresa, con personal», dijo Ezdan. Eleanor, ya adulta, trabaja en la caja y se conecta con clientes en línea. «Todos en el pueblo la conocen», dice él. Su salto de fe al planear para el futuro de su hija refleja su decisión de ser prudente.
Cirugía de corazón
Hace unos años, después de intercambiar palabras acaloradas, Carolyn y yo resolvimos nuestro conflicto con compasión y amor la una por la otra. Confesé mi error, y ella oró por mí, aludiendo a Ezequiel 36:26: «Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne». Sentí que Dios estaba realizando una especie de cirugía cardíaca espiritual en mí, quitando mis temores y amargura al rodearme de su amor.
El lenguaje del amor
Mon Dieu. Lieber Gott. Drahý Bože. Aγαπητέ Θεέ. Dear God. Oraciones en francés, alemán, eslovaco, griego e inglés resonaron en la iglesia central de Atenas mientras, al unísono, orábamos en nuestros idiomas nativos para que la gente en nuestros países oyera del amor de Dios. La belleza de la reunión creció cuando nos dimos cuenta de que era en Pentecostés.