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Articles by Leslie Koh

En los brazos de Dios

El sonido del torno aterrorizó a Sara, de cinco años de edad. Saltó de la silla del dentista y no quiso volver a sentarse. Entendiendo la situación, el dentista le dijo al papá: «Papá, siéntate tú». Julio pensó que quería mostrarle a su hija qué fácil era. Pero el dentista miró a la niña y le dijo: «Ahora, sube y siéntate en el regazo de papá». Entonces, acunada por los brazos confiables de su papá, Sara se relajó completamente y el dentista pudo continuar.

Servir por amor a Dios

Cuando la reina Isabel de Inglaterra murió en septiembre de 2022, se desplegaron miles de soldados para la procesión del funeral. El papel de cada uno casi pasó inadvertido entre la enorme multitud, pero muchos lo consideraron su mayor honor. Un soldado dijo: «Fue una oportunidad de cumplir nuestro último deber por Su Majestad». Para él, lo que hizo importante la tarea no fue lo que hizo, sino para quién.

Amar mediante la oración

Durante años, Juan había sido una persona irritante en la iglesia. Tenía mal humor, era exigente y áspero, y se quejaba constantemente de no ser bien «servido», y de que el personal y los voluntarios no hacían su trabajo. Sinceramente, era difícil amarlo.

Fiel pero no olvidado

Mientras crecía, César no conocía mucho lo que significaba tener una familia. Su madre había muerto y su padre casi no estaba en casa. A menudo, se sentía solo y abandonado. Sin embargo, una pareja vecina se le acercó. Lo acogieron en su casa e hicieron que sus hijos fueran como «hermanos mayores» para él, lo que le dio la seguridad de que era amado. También lo llevaron a la iglesia, donde César, ahora un muchacho seguro de sí mismo, es líder de jóvenes.

Ruta desconocida

Quizá no debería haber aceptado correr con Bernardo. Estaba en un país extranjero y no tenía idea de hasta dónde iríamos y cómo sería el terreno. Además, él corría rápido. ¿Qué podía hacer sino confiar en él porque conocía el camino? Cuando partimos, mi preocupación aumentó. El sendero en medio de un bosque espeso era irregular y con curvas. Gracias a Dios, Bernardo se daba vuelta para ver si yo estaba bien y advertirme de los tramos más difíciles.

Esperanza en el dolor

Louise era una niña vivaz y juguetona que hacía sonreír a todos los que la conocían. A los cinco años de edad, sucumbió trágicamente a una rara enfermedad. Su muerte repentina fue un golpe tremendo para sus padres, Day Day y Peter, y para todos los que trabajábamos con ellos. Los acompañamos en su dolor.

Bendita rutina

Mientras miraba cómo la multitud matutina iba metiéndose en el tren, sentí la depresión de los lunes. Al ver los rostros somnolientos y gruñones de la gente en aquella cabina atiborrada, era evidente que nadie tenía ganas de ir a trabajar. Aquí vamos, otro día rutinario en la oficina.

Proseguir hacia Jesús

Corriendo por el bosque, traté de encontrar un atajo y fui por un sendero desconocido. Al no saber si estaba perdida, le pregunté a alguien que corría en sentido contrario si iba por el camino correcto.

Nunca demasiado lejos

Cuando era joven, Raj había confiado en Jesús como Salvador, pero poco después, se había alejado de la fe y de Dios. Con el tiempo, decidió renovar su relación con Jesús y volver a la iglesia… solo para escuchar que una mujer lo regañó por haber desaparecido durante todos esos años. Su sentimiento de vergüenza y culpa aumentó, y se preguntaba: ¿Ya no hay esperanza para mí? Entonces, recordó cuando Jesús restauró a Pedro (Juan 21:15-17), aunque este lo había negado (Lucas 22:34, 60-61).

¿Será una señal?

La oferta era buena y exactamente lo que Pedro necesitaba. Después de que lo despidieran del trabajo, este hombre que proveía para una joven familia había orado desesperadamente por un trabajo. «Sin duda, esta es la respuesta de Dios a tus oraciones», sugirieron sus amigos.