Jesús: nuestro lugar de descanso
En 1943, un campamento en Maryland se compró como lugar de descanso para el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt. Rústico, tranquilo y alejado, brindaba, según la Casa Blanca, «una oportunidad para estar a solas y tranquilo, como así también un lugar ideal para trabajar y hospedar a líderes extranjeros». Cuando Dwight Eisenhower se convirtió en presidente, lo llamó Camp David, en honor a su padre y su nieto; nombre que se conserva hasta hoy. Aparte de mejorar las medidas de seguridad, el lugar se ha modernizado muy poco. Sigue siendo el sitio perfecto para que el presidente y su familia descansen.
Entendiendo la Biblia
¿Qué importancia tiene la Biblia? Es tan vital que, en muchos países, personas arriesgan sus vidas para traducirla a sus idiomas nativos. A menudo, son simples creyentes en Jesús a quienes arrestan por traducir las Escrituras a la lengua materna que otros puedan entender.
La paz de Cristo
¿Ganarían discutiendo? «Jamás», advirtió un líder a los residentes de un pequeño pueblo donde una batalla campal entre los ambientalistas y los dueños de pequeñas empresas desencadenó las «Guerras de las Adirondack». Luchaban por mantener la inmaculada tierra salvaje en el norte del estado de Nueva York o impulsar su desarrollo.
Un curso de acción
¿Qué hacemos? Una pareja agonizaba por saber cómo relacionarse con amigos y familiares que habían decidido vivir ajenos a principios bíblicos. Al estudiar las Escrituras y orar, surgió un curso de acción: primero, reforzaron su amor a sus amigos y seres queridos; segundo, les expresaron lo bueno sobre ellos según el diseño de Dios; y tercero, compartieron cómo interactuarían con ellos conforme a la sabiduría bíblica. Con el tiempo, al expresar un amor semejante al de Cristo, fueron desarrollando una mayor confianza relacional mutua.
El gozo de dar
En un vuelo de cinco horas, una mujer tejía un suéter al croché. Mientras movía sin parar la aguja con el hilo, notó que un bebé observaba fascinado sus movimientos. Entonces, tuvo una idea: en lugar de terminar el suéter, haría un gorro para su pequeño admirador. ¡Lo terminó en solo una hora! Cuando se lo dio a la mamá del niño, toda la familia lo aceptó alegremente, mientras los otros pasajeros sonreían y aplaudían.
Responder a la generosidad
Cuando unos donantes anónimos le regalaron 10.000 dólares a Lydia, gastó poco en ella misma. Les hizo regalos generosos a colegas, familiares, víctimas de inundaciones y obras de caridad. Sin que lo supiera, Lydia formaba parte de un estudio que investigaba cómo reaccionaban 200 personas a ese regalo sin condiciones. Se descubrió que más de dos tercios del dinero lo dieron a otros. Reflexionando en esto, Chris Anderson, líder de la organización sin fines de lucro TED, dijo: «Resulta ser que […] los seres humanos estamos hechos para responder a la generosidad con generosidad».
Arcoíris y promesas de Dios
Mientras observaba el poder asombroso de las Cataratas del Niágara, noté que otros turistas empezaban de repente a tomar fotos. Al mirar en la misma dirección, vi que había aparecido un arcoíris que cruzaba el río, comenzando en la base de la catarata canadiense y terminando en la estadounidense.
Plantado junto a la corriente
Bill es jubilado, vive solo y, hace poco, tuvo que dejar de conducir. Necesita ayuda para buscar alimentos, prescripciones médicas e ir a la iglesia los domingos. «Pero ¿sabes? —dice—; me encanta estar en casa. Escucho música cristiana en línea y enseñanzas bíblicas por televisión todo el día». Bill vive rodeado de las Escrituras, la oración y la alabanza.
Legado de amor en Jesús
En Suecia, hay un concepto que se conoce como döstädning, que significa literalmente «limpieza de la muerte». La idea es que, a medida que envejecemos, debemos dejar de acumular «cosas» y empezar a deshacernos del desorden que acumulamos durante la vida. Esta limpieza es en realidad un regalo de amor para hijos y amigos, porque les simplifica la dura tarea de revisar todo lo que uno deja.
Volver a levantarse
De joven, me fascinaba el patinaje artístico sobre hielo, con sus giros, saltos y poses perfectas. Después de ver patinar a muchos profesionales, por fin tuve la oportunidad de tomar una lección grupal de patinaje. Además de aprender a deslizarme y detenerme, lo más importante que enseñaron fue cómo caer y volver a levantarse enseguida. Luego aprendí más en clases privadas, pero siempre tuve que aferrarme al principio básico de cómo levantarse después de una caída.