Year: 2022

Una casa sin divisiones

El 16 de junio de 1858, Abraham Lincoln, el entonces nominado candidato para el Senado de Estados Unidos, dio su famoso discurso «La casa dividida», donde señalaba las tensiones entre diversas facciones con respecto a la esclavitud. Lincoln consideró importante usar la figura retórica de la «casa dividida» que empleó Jesús en Mateo 12:25, porque era bien conocida y expresada con sencillez. Usó esa metáfora «para que sacudiera la mente de la gente a fin de que despertara al peligro del momento».

Una historia gigante como una ballena

Miguel estaba buceando en busca de langostas, cuando una ballena jorobada lo atrapó con la boca. Pensó que no sobreviviría, pero a las ballenas no les gustan los pescadores de langostas, y a los 30 segundos, escupió a Miguel por el aire. Era increíble que no se hubiera quebrado ningún hueso; solo le quedaron algunos machucones y una historia grande como una ballena.

«Sirviendo juntos: 10 reflexiones de Nuestro Pan Diario para el Mes de la Herencia Nacional Hispana»

Aunque podemos hablar diferentes idiomas, todos servimos al mismo Dios. Aprende a amar a Cristo y servir a los demás con estas 10 meditaciones espirituales de autores hispanos de Ministerios Nuestro Pan Diario.

Confía en su nombre

Cuando era niña, hubo un tiempo en que no quería ir a la escuela. Algunas chicas me acosaban con burlas crueles. Entonces, en los recreos, me refugiaba en la biblioteca, donde leí una serie de libros de cuentos cristianos. Recuerdo la primera vez que leí el nombre «Jesús». No sé por qué, pero sentí que era el nombre de alguien que me amaba. Entonces, cada vez que entraba en la escuela, temiendo el tormento que me esperaba, oraba: «Jesús, protégeme». Me sentía más fuerte y más tranquila al saber que Él me cuidaba. Con el tiempo, las chicas simplemente se cansaron y dejaron de acosarme.

Compasión más que amargura

Cuando las torres del World Trade Center cayeron el 11 de septiembre de 2001, Greg Rodríguez murió entre las ruinas. Mientras sus padres sufrían por lo sucedido, también consideraron detenidamente su reacción ante un ataque tan horroroso. En 2002, Phyllis, su madre, conoció a Aicha el-Wafe, madre de uno de los acusados de ayudar a los terroristas. Más tarde, dijo: «Me acerqué a ella con los brazos abiertos. Nos abrazamos y lloramos […]. Hubo un vínculo inmediato entre Aicha y yo; las dos sufrimos por causa de nuestros hijos».

Una era inusual

A pesar de haber vivido gran parte de su vida como pagano, el emperador romano Constantino implementó reformas que detuvieron la persecución de los cristianos. También instituyó el calendario que usamos, dividiendo la historia en a.C. (antes de Cristo) y d.C. (después de Cristo, «en el año del Señor»).

Un reencuentro celestial

Cuando escribía el obituario de mi mamá, sentí que la palabra murió era muy extrema para la esperanza que tenía de nuestro prometido reencuentro en el cielo. Entonces, puse: «Fue recibida en los brazos de Jesús». Aun así, a veces me entristezco cuando miro fotos familiares más actuales donde ella no está. No obstante, hace poco descubrí a un artista que, utilizando fotos de los seres queridos, elabora retratos familiares que incluyen a aquellos que hemos perdido. Con sus pinceladas, este artista representa la promesa de Dios de un reencuentro celestial. Derramé lágrimas al pensar en ver a mi mamá sonriendo a mi lado otra vez.

Construir la casa

En 1889, comenzó en Estados Unidos el proyecto de construcción más ambicioso de una vivienda privada. Allí mismo se fabricaban unos 32.000 ladrillos por día, y el trabajo continuó durante seis años hasta terminar la «casa de verano» de George Vanderbilt II. Todavía sigue siendo la residencia particular más grande del país, con 250 ambientes (incluidos 35 habitaciones y 43 baños), con una superficie de 16.226 metros cuadrados.

Encontrar refugio

Una vez, mi esposa y yo nos hospedamos en un hermoso hotel antiguo a la orilla del mar, con grandes ventanales y gruesas paredes de piedra. Una tarde, se desató una tormenta que agitó el mar y golpeaba nuestras ventanas como un puño desenfrenado a una puerta. Aun así, estábamos en paz. ¡Aquellas paredes eran tan fuertes y los cimientos del hotel tan sólidos! Mientras la tormenta rugía afuera, nuestra habitación era un refugio.

Un agujero en la pared

Algo se estaba comiendo mis flores. Recorrí el perímetro de mi jardín y descubrí un agujero del tamaño de un conejo en mi cerca de madera. Los conejos son bonitos, pero estos animales problemáticos pueden arrasar en minutos un jardín de flores.