Year: 2022

Terminar bien

A los 103 años de edad, Man Kaur compitió como la atleta femenina de más edad de la India en el Campeonato Mundial de Veteranos de Atletismo de 2019, en Polonia. Lo sorprendente es que ganó el oro en cuatro disciplinas: lanzamiento de jabalina y de bala, carrera de 60 metros y de 200 metros. Lo más asombroso es que corrió más rápido que en el campeonato de 2017. Esta bisabuela, en su segundo siglo de vida, mostró cómo terminar bien.

Gracia en medio del caos

Me estaba hundiendo en una improvisada siesta cuando salté de golpe. Desde el sótano, mi hijo rasgó un acorde en su guitarra eléctrica. Las paredes temblaron. Adiós paz. Adiós silencio. Adiós siesta. Poco después, una música rival suavizó mis oídos: mi hija tocando «Sublime gracia» en el piano.

Tal como soy

La joven no podía dormir. Por padecer una discapacidad física, al día siguiente estaría en el centro de una venta benéfica en la iglesia para recibir donaciones para sus estudios universitarios. Pero no soy digna, razonaba Charlotte Elliott. Mientras daba vueltas en su cama, cuestionaba cada aspecto de su vida espiritual. Por la mañana, aún inquieta, tomó un papel y una pluma para escribir las palabras del ahora clásico himno «Tal como soy».

En todos nuestros tratos

En 1524, Martín Lutero señaló: «Los mercaderes tienen entre sí una regla en común que es su máxima principal […]: No me importa nada de mi prójimo, en tanto obtenga mi beneficio y satisfaga mi codicia». Más de 200 años después, John Woolman, de Mount Holly, Nueva Jersey, permitió que su compromiso con Jesús influyera en su negocio de sastrería. Para apoyar la liberación de los esclavos, se negó a comprar algodón o materiales para tintura a compañías que usaban el trabajo forzado. Con una conciencia limpia, amó a su prójimo y vivió con integridad en todos sus tratos.

Latiendo en unidad

Las historias han cautivado a los humanos desde el comienzo de la creación, como una manera de transmitir el conocimiento mucho antes de que existiera el lenguaje escrito. Todos hemos experimentado el deleite de oír o leer una historia y quedar inmediatamente atrapados por frases iniciales como: «Había una vez». Su poder incluso se extiende al hacer que nuestros corazones latan sincronizados al escucharlas juntos. Una investigación reciente indica que nuestros corazones entran en el mismo ritmo cuando oímos la misma historia al mismo tiempo.

Cuando tengas miedo

Tenía programado un examen médico, y aunque no había tenido problemas de salud recientes, le temía a la consulta. Me atormentaba el recuerdo de un diagnóstico inesperado de hacía años. Aunque sabía que Dios estaba conmigo y que debía confiar en Él, igualmente tenía miedo.

Tarjeta de Navidad perfecta

El video de Navidad de los Barker fue perfecto. Tres pastores en sus mantos (los hijos jóvenes) rodeaban una fogata en un campo. De pronto, un ángel bajó de una colina: la hermana mayor, que lucía resplandeciente, excepto por sus zapatillas deportivas rosa. Mientras la música aumentaba, los pastores miraban asombrados al cielo. Un sendero por el campo los llevó hasta un granero moderno con un bebé real: el hermanito. Allí, la hermana mayor hizo de María.

El poder de la Palabra de Dios

La Nochebuena de 1968, los astronautas de la Apollo 8 —Borman, Lovell y Anders— fueron los primeros humanos en entrar en la órbita lunar. Mientras giraban alrededor de la luna, compartían imágenes del astro y de la tierra. Durante una transmisión en vivo, se turnaron para leer Génesis 1. En la celebración del 40.° aniversario, Borman dijo: «Nos habían dicho que en la Nochebuena tendríamos la mayor audiencia que haya escuchado una voz humana. La única instrucción que recibimos de la NASA fue que hiciéramos algo pertinente». Los versículos bíblicos leídos entonces aún plantan semillas de verdad en el corazón de quienes oyen la histórica grabación.

La ballena Granny

Una orca, a la que los investigadores llamaron «Granny» [Abuelita], parecía conocer la importancia de su papel en la vida de su «nieto ballenato». La madre había muerto, y el huérfano no era lo suficientemente grande para vivir sin protección y sustento. Aunque ya de ochenta años (o más), Granny se puso a su lado para enseñarle lo que necesitaba saber para sobrevivir. Acorraló algunos peces para darle al ballenato en lugar de comerlos ella, no solo para que tuviera qué comer sino también para que aprendiera qué debía comer y dónde encontrarlo.

Inclinarse

Una joven mamá iba detrás de su hija, la cual pedaleaba lo más rápido que podía en su pequeña bicicleta. Pero, al tomar más velocidad de la deseada, la pequeña se cayó, y llorando, decía que le dolía el tobillo. Su mamá se arrodilló, se inclinó y le besó el tobillo «para que se fuera el dolor». ¡Y funcionó! La niña se levantó de un salto, subió de nuevo a la bicicleta y siguió pedaleando. ¡¿No te gustaría que todos nuestros dolores se fueran así de fácil?!