Pez pequeño
Con los años, una pareja que vive en África Occidental desarrolló una profunda amistad con un hombre de su ciudad, y muchas veces le hablaron del amor de Jesús y la historia de la salvación. Sin embargo, él se resistía a renunciar a toda una vida de lealtad a otra religión, aunque había reconocido que la fe en Cristo era «la mayor verdad». Su interés era en parte financiero, ya que era líder en su fe y dependía de la compensación que recibía. También temía perder su reputación en la comunidad.
Las huellas de Dios
«Yo sé dónde vive Dios», le dijo nuestro nieto de cuatro años a mi esposa Cari. «¿Dónde?», preguntó ella, con curiosidad. «En el bosque al lado de tu casa», contestó él.
Fe inquebrantable
Cuando los médicos diagnosticaron que su primer hijo era autista, Diane y su esposo lamentaron tener que enfrentar toda una vida cuidando a un niño intelectualmente minusválido. En su libro Unbroken Faith [Fe inquebrantable], ella admite haber tenido que luchar con reajustar sus sueños y expectativas por el futuro de su querido hijo, pero que así aprendió que Dios puede manejar su enojo, dudas y temores. Ahora, con su hijo ya adulto, Diane usa sus experiencias para alentar a padres con hijos con necesidades especiales, hablándoles de las promesas inquebrantables de Dios, su poder ilimitado y su amor fiel, y asegurándoles que Él comprende que uno se entristezca ante tales desafíos en la vida.
Un legado de aceptación
En su libro Breaking Down Walls [Derribando barreras], Glen Kehrein relata lo que vio desde la universidad donde estudiaba en Chicago, después del asesinato del defensor de derechos humanos, Dr. Martin Luther King Jr., en 1968: «Los disparos se entrecruzaban de forma escalofriante entre los edificios, y […] mi ubicación en el techo ofrecía una vista cercana aunque horrorosa […]. ¿Cómo podía ser que yo llegara de un trigal en Wisconsin a un campo de batalla en el centro de Chicago en menos de dos años?». Impulsado por su amor a Cristo y a personas con trasfondos diferentes al suyo, Glen vivió en la zona oeste de Chicago y encabezó un ministerio que suministraba comida, ropa, refugio y otros servicios, hasta su muerte en 2011.
El «no tan maravilloso» mago de Oz
En El maravilloso mago de Oz, Dorothy, Espantapájaros, Hombre de hojalata y León cobarde vuelven a Oz con la escoba que empoderó a la Bruja mala del oeste. A cambio de la escoba, el mago había prometido darles sus cuatro deseos más profundos: un viaje a casa para Dorothy, un cerebro para Espantapájaros, un corazón para Hombre de hojalata y valentía para el León cobarde. Pero el mago lo posterga y les dice que vuelvan al día siguiente.
Poderosa
Saybie, una bebé prematura nacida de 23 semanas, pesaba menos de 250 gramos. Los doctores dudaban de que viviera y les dijeron a los padres que tendrían a su hija solo por una hora. Pero Saybie seguía luchando. Una tarjeta rosa junto a su cuna decía: «Pequeña pero poderosa». Después de cinco meses, milagrosamente, se fue a su casa; una saludable bebé de más de dos kilos. Y se llevó el récord a la bebé prematura sobreviviente más pequeña del mundo.
¿Todos los caminos?
«¡No tomes la autopista!», decía el mensaje de mi hija, cuando yo salía de trabajar. La carretera se había convertido prácticamente en una playa de estacionamiento. Intenté tomar rutas alternativas, pero después de encontrarme con otros embotellamientos, me rendí. Tendría que volver más tarde, así que conduje en dirección opuesta a un evento deportivo en el que ella participaba.
Nuestro Dios compasivo
Una fría noche de invierno, alguien arrojó una piedra contra la ventana de la habitación de un niño judío. Había allí una estrella de David junto con una menorá para celebrar Janucá, la fiesta de las luces judía. Miles de personas de aquella ciudad —muchos de ellos creyentes en Cristo— respondieron compasivamente ante ese acto aborrecible; y para identificarse con el dolor y el miedo de sus vecinos judíos, pegaron fotos de menorás en sus propias ventanas.
¿Qué cantas?
La mayoría de los norteamericanos sabía poco sobre Alexander Hamilton hasta 2015, cuando Lin-Manuel Miranda escribió su éxito musical Hamilton. Ahora, los niños de las escuelas conocen su historia de memoria. La cantan en los autobuses y en los recreos. Hamilton es su padre fundador favorito.
Romper el ciclo
La primera golpiza que recibió David fue a manos de su padre, cuando tenía siete años de edad, después de romper accidentalmente una ventana. «Me pateó y me dio un puñetazo —dijo David—; y después, me pidió perdón. Era un alcohólico abusador, y ese es un ciclo que yo estoy haciendo todo lo posible por cortar».