Verdadera hospitalidad
«¿Kumain ka na ba?» [¿Has comido?].
Pelea en el aparcamiento
La escena en el aparcamiento podría haber sido divertida si no hubiese sido tan trágica. Dos conductores estaban discutiendo a los gritos porque el auto de uno de ellos estaba bloqueándole el paso al otro, y se intercambiaban palabras duras.
Una buena obra
De joven, Charles Spurgeon luchaba con Dios. Había crecido yendo a la iglesia, pero lo que predicaban le parecía sin sentido. Le costaba creer en Dios, y dijo: «me disgustaba y me sublevaba». Una noche, una tormenta feroz obligo al Spurgeon de 16 años a refugiarse en una pequeña iglesia metodista, donde el sermón del pastor parecía dirigirse personalmente a él. En ese momento, Dios triunfó en la lucha, y Charles aceptó a Jesús como Salvador.
Consejo sabio
Mientras asistía al seminario, trabajaba a tiempo completo, hacía un turno de capellanía y una pasantía en una iglesia. Mi padre me dijo: «Vas a sufrir un colapso». No le hice caso, pensando que él era de otra generación y no entendía sobre establecer metas.
El gran amor de Dios
Cuando una amiga me pidió que les hablara a unas adolescentes en un taller sobre la pureza, me negué. A esa edad, yo había luchado con eso y llevé durante décadas marcas provocadas por mi inmoralidad. Después de casarme y perder a nuestro primer bebé durante el embarazo, pensé que Dios me estaba castigando por aquellos pecados. Cuando entregué mi vida al Señor, a los 30 años, confesaba repetidamente mis pecados y me arrepentía. La culpa y la vergüenza me consumían. ¿Cómo podía compartir de la gracia de Dios si ni siquiera yo podía experimentar plenamente su gran amor por mí? Gracias a Dios, con el tiempo, Él eliminó las mentiras que me encadenaban a mi pasado. Por su gracia, por fin recibí el perdón que me había estado ofreciendo todo el tiempo.
Edificar juntos para servir
En la cultura rural amish, la construcción de un granero es un evento social. A un granjero y su familia les llevaría meses construirlo, pero los amish, haciéndolo juntos, aceleran el trabajo. Apilan las maderas y preparan las herramientas, y luego, el día establecido, reparten las tareas y colaboran para levantar el granero… a veces, en un solo día.
Marcas testigo
«¿Ve eso?». El relojero iluminó una marca delgada y pequeña grabada dentro del antiguo reloj del abuelo, en el que estaba trabajando en casa. «Es probable que otro relojero haya puesto esa marca hace casi un siglo —dijo—. Se llama “marca testigo”, y me ayuda a saber cómo ajustar el mecanismo».
La embajada de Dios
Ludmilla, una viuda de 82 años de edad, declaró su casa en República Checa una «Embajada del Reino de los Cielos», diciendo: «Mi casa es una extensión del reino de Dios». Recibe a amigos y extraños afligidos que necesitan afecto y hospitalidad, dándoles a veces comida y un lugar para dormir; siempre con un espíritu compasivo y de oración, dependiendo de la guía del Espíritu Santo y deleitándose en cómo responde Dios sus oraciones.
Dios limpia las manchas
¿Te gustaría que nuestra ropa fuera más funcional, con capacidad de limpiarse sola después de mancharla? Bien, según la BBC, ingenieros chinos han desarrollado una «capa que hace que el algodón se limpie solo de las manchas y los olores cuando se expone a luces ultravioletas». ¿Te imaginas las implicaciones de algo así?
Toda ciencia trascendiendo
Fue un día difícil cuando mi esposo se enteró de que, como muchos otros, sería despedido de su empleo por la pandemia de COVID-19. Estábamos seguros de que Dios supliría nuestras necesidades, pero la incertidumbre sobre cómo lo haría era también aterradora.