Compasión más que amargura
Cuando las torres del World Trade Center cayeron el 11 de septiembre de 2001, Greg Rodríguez murió entre las ruinas. Mientras sus padres sufrían por lo sucedido, también consideraron detenidamente su reacción ante un ataque tan horroroso. En 2002, Phyllis, su madre, conoció a Aicha el-Wafe, madre de uno de los acusados de ayudar a los terroristas. Más tarde, dijo: «Me acerqué a ella con los brazos abiertos. Nos abrazamos y lloramos […]. Hubo un vínculo inmediato entre Aicha y yo; las dos sufrimos por causa de nuestros hijos».
Una era inusual
A pesar de haber vivido gran parte de su vida como pagano, el emperador romano Constantino implementó reformas que detuvieron la persecución de los cristianos. También instituyó el calendario que usamos, dividiendo la historia en a.C. (antes de Cristo) y d.C. (después de Cristo, «en el año del Señor»).
Un reencuentro celestial
Cuando escribía el obituario de mi mamá, sentí que la palabra murió era muy extrema para la esperanza que tenía de nuestro prometido reencuentro en el cielo. Entonces, puse: «Fue recibida en los brazos de Jesús». Aun así, a veces me entristezco cuando miro fotos familiares más actuales donde ella no está. No obstante, hace poco descubrí a un artista que, utilizando fotos de los seres queridos, elabora retratos familiares que incluyen a aquellos que hemos perdido. Con sus pinceladas, este artista representa la promesa de Dios de un reencuentro celestial. Derramé lágrimas al pensar en ver a mi mamá sonriendo a mi lado otra vez.
Construir la casa
En 1889, comenzó en Estados Unidos el proyecto de construcción más ambicioso de una vivienda privada. Allí mismo se fabricaban unos 32.000 ladrillos por día, y el trabajo continuó durante seis años hasta terminar la «casa de verano» de George Vanderbilt II. Todavía sigue siendo la residencia particular más grande del país, con 250 ambientes (incluidos 35 habitaciones y 43 baños), con una superficie de 16.226 metros cuadrados.
Encontrar refugio
Una vez, mi esposa y yo nos hospedamos en un hermoso hotel antiguo a la orilla del mar, con grandes ventanales y gruesas paredes de piedra. Una tarde, se desató una tormenta que agitó el mar y golpeaba nuestras ventanas como un puño desenfrenado a una puerta. Aun así, estábamos en paz. ¡Aquellas paredes eran tan fuertes y los cimientos del hotel tan sólidos! Mientras la tormenta rugía afuera, nuestra habitación era un refugio.
Un agujero en la pared
Algo se estaba comiendo mis flores. Recorrí el perímetro de mi jardín y descubrí un agujero del tamaño de un conejo en mi cerca de madera. Los conejos son bonitos, pero estos animales problemáticos pueden arrasar en minutos un jardín de flores.
Lecciones de Lego
Se venden unas diez piezas de Lego por persona en el mundo por año: más de 75.000 millones de pequeños bloques plásticos. Pero de no ser por la perseverancia del juguetero danés Ole Kirk Christiansen, no habría Legos para anclar.
Redescubierto
En 1970, un ejecutivo automotriz visitaba Dinamarca y se enteró de que un lugareño tenía un Buick Dual Cowl Phaeton. Este vehículo único y difícil de encontrar nunca llegó a fabricarse. Feliz con el descubrimiento, se llevó el auto y gastó su tiempo y dinero para restaurarlo. Actualmente, forma parte de una colección de renombre mundial de vehículos clásicos.
Arraigados en amor
Llegué al centro de cuidados para personas con cáncer —donde me quedaría a cuidar a mi mamá— sintiéndome sola y con miedo, y a más de 1.200 kilómetros de mi familia. Pero antes de que pudiera siquiera tocar mi equipaje, Frank, un hombre con una sonrisa enorme, ofreció ayudarme. Para cuando llegamos al sexto piso, yo había planeado visitar a su esposa Lori, la cual lo cuidaba durante su tratamiento. Pronto, fuimos como familia, al descansar en Dios y unos con otros. Nos reíamos, nos desahogábamos y orábamos juntos. Aunque nos sentíamos desplazados, nuestra conexión con Dios y entre nosotros nos mantuvo arraigados en el amor.
Enciende las velas
Era mediodía, pero el sol no se veía. El Día oscuro de Nueva Inglaterra comenzó la mañana del 19 de mayo de 1780 y duró horas. La causa de la oscuridad fueron las densas nubes de humo de los incendios masivos en Canadá, pero muchos se preguntaban si había llegado el día del juicio.