Month: Abril 2019

En el valle

Hae Woo (no es su nombre verdadero) estuvo presa en un campo de concentración en Corea del Norte por cruzar la frontera hacia China. Ella relata que los días y las noches eran una tortura: con guardias brutales, trabajo agotador y poco dormir sobre un piso helado y lleno de ratas y piojos. Pero Dios la ayudaba cada día, permitiéndole hacerse amiga de otras prisioneras y compartir su fe con ellas.

Buena noticia que contar

«¿Cómo te llamas?», preguntó Arman, un estudiante iraní. Cuando dije que me llamaba Estera, se le iluminó el rostro y exclamó: «Tenemos un nombre similar en farsi: ¡Setare!». Esa pequeña conexión abrió una conversación asombrosa. Le dije que mi nombre venía de un personaje bíblico, «Ester», una reina judía de Persia (la actual Irán). Con esa historia, le compartí la…

Ganadores inesperados

Quizá el momento más emocionante y absurdo de los Juegos Olímpicos de Invierno 2018 fue cuando la campeona mundial de snowboard de República Checa, Ester Ledecka, ganó en un deporte completamente diferente: ¡esquí! Obtuvo la medalla dorada aunque ocupaba la posición 26 en el ranking; una hazaña casi imposible.

Cambiar es posible

Una tarde, el grupo de jóvenes de mi iglesia se reunió para debatir sobre Filipenses 2:3-4: «Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros». Preguntaron: ¿Con qué frecuencia te interesas por los demás? ¿Te describirían como humilde o soberbio? ¿Por qué?

Sobrevivir a lo insoportable

Experience Project [Proyecto Experiencia] fue una de las redes sociales más grandes del siglo xxi, donde miles de jóvenes compartían sus experiencias profundamente angustiosas. Al leerlas, pensaba en el desesperado anhelo de nuestros corazones de que alguien vea —y entienda— nuestro dolor.

¿Necesitas un corazón nuevo?

Eran malas noticias. Mi padre había tenido dolores de pecho, y el doctor ordenó un examen del corazón. ¿El resultado? Bloqueo de tres arterias.

¡Cuidado!

Crecí en ciudades cálidas del sur de Estados Unidos, así que cuando me mudé al norte, me llevó un tiempo aprender a conducir de forma segura durante los largos meses de nieve. El primer invierno duro, ¡terminé patinando en el hielo tres veces! Pero después de varios años de práctica, empecé a sentirme cómoda conduciendo en condiciones invernales. En realidad, tomé demasiada confianza, ya que dejé de prestar atención. Fue entonces que golpeé una capa de hielo negro ¡y me deslicé hasta chocar contra un poste telefónico al costado del camino!

Conciencia situacional

La Navidad nos encontró a los cinco integrantes de nuestra familia en Roma. No recuerdo haber visto nunca tanta gente junta. Mientras nos abríamos paso para ver sitios como el Vaticano o el Coliseo, les resaltaba una y otra vez a mis hijos la «conciencia situacional»: prestar atención a dónde están, quiénes los rodean y qué está sucediendo. Tanto en casa como afuera, vivimos en un mundo inseguro. Y con el uso de los celulares y los auriculares, los chicos —y adultos también— no siempre saben qué pasa a su alrededor.

Amor inexplicable

Nuestra pequeña congregación decidió sorprender a mi hijo cuando cumplió seis años. Decoraron su aula de escuela dominical con globos y pusieron una mesa pequeña con una torta. Cuando él abrió la puerta, todos gritaron: «¡Feliz cumpleaños!».

Bendiciones prestadas

Cuando inclinamos la cabeza para orar en el almuerzo, mi amigo Jeff dijo: «Padre, gracias por permitirnos respirar tu aire y comer tu comida». Jeff acababa de quedarse sin trabajo, así que su profunda confianza en Dios y su reconocimiento de que todo le pertenece a Él me conmovieron enormemente. Pensé: ¿Entiendo yo que aun las cosas más básicas de mi vida son de Dios y que Él simplemente me deja usarlas?