Terminadores en Cristo
Bárbara falleció antes de poder terminar de tejer un suéter para su nieto. Entonces, lo entregaron en manos de otra dedicada tejedora para completarlo, gracias a una organización que conecta artesanos voluntarios —«terminadores»— con personas que sufren por la partida de seres queridos que no pudieron finalizar sus proyectos. Los «terminadores» invierten su tiempo y talento para brindarles consuelo.
La esperanza de un niño
Cuando mi nieta Eliana tenía apenas siete años, vio un video en la escuela de un orfanatorio en Guatemala, y le dijo a su mamá: «Tenemos que ir a ayudarlos». La mamá le respondió que pensarían en eso cuando fuera más grande.
Huellas visibles de Jesús
Unos científicos realizaron pruebas de muestras moleculares para identificar los rasgos y hábitos de vida de usuarios de teléfonos celulares. Entre otras cosas, descubrieron qué jabones, lociones, champús y cosméticos usaban; qué tipo de comidas, bebidas y medicamentos consumían; y qué clase de ropa vestían. El estudio permitió crear un perfil del estilo de vida de cada persona.
El Hermoso
Durante más de 130 años, la torre Eiffel ha sobresalido majestuosa en París; símbolo de esplendor y belleza arquitectónica. La ciudad la promueve orgullosamente como un elemento clave de su magnificencia.
Un paréntesis significativo
Mientras me preparaba para la reunión de recordación de la vida de mi mamá, oré por las palabras correctas para describir sus «años paréntesis»: aquellos entre su nacimiento y su muerte. Reflexioné en los años buenos y no tan buenos en nuestra relación. Alabé a Dios por el día en que aceptó a Jesús como Salvador. Agradecí al Señor por ayudarnos a crecer juntas en la fe y por aquellos que me contaron cómo ella los había alentado con su bondad y orado por ellos. Mi mamá imperfecta había disfrutado de un paréntesis significativo: una vida bien vivida para Jesús.
El rey invisible
Peregrino es un musical basado en El progreso del peregrino, una alegoría de la vida de un creyente en Jesús. En la historia, todas las fuerzas invisibles del mundo espiritual se hacen visibles a la audiencia. El personaje del Rey, que representa a Dios, está en el escenario durante casi toda la obra. Vestido de blanco y bloqueando los ataques del enemigo, sostiene tiernamente a los afligidos e impulsa a otros a hacer el bien. A pesar de su papel indispensable, los principales personajes humanos no pueden verlo físicamente; solo los efectos de lo que hace.
Adoración transformadora
Susy lloraba sentada afuera de la unidad de terapia intensiva; paralizada por el miedo. Los pulmones de su bebé de dos meses estaban llenos de líquido, y los doctores dijeron que harían todo lo posible para salvarlo, pero sin garantías. Dice que, en ese momento, «sintió el delicado impulso del Espíritu Santo que le recordaba adorar a Dios». Sin fuerza para cantar, reprodujo canciones de alabanza en su teléfono durante los tres días siguientes en el hospital. Mientras adoraba, encontró esperanza y paz. Hoy señala que la experiencia le enseñó que «la adoración no cambia a Dios, pero sí a la persona».
Con pequeñeces
Cuando el cáncer la golpeó, Elsa estaba preparada para ir al cielo con Jesús. Pero se recuperó, aunque la enfermedad la dejó inmóvil. Eso también hizo que se preguntara por qué Dios permitió que siguiera viviendo. Entonces, le preguntó: «¿Qué bien puedo hacer? No tengo mucho dinero ni capacidades, y tampoco puedo caminar. ¿Cómo puedo serte útil?».
Jesús quita la mancha
«¡¿Será… posible?!», grité mientras revolvía buscando mi camisa en la secarropas. Cuando la encontré, había algo más… estaba manchada con tinta. En realidad, parecía la piel de un jaguar: manchas de tinta por todos lados. Era evidente que no había revisado los bolsillos, y un bolígrafo que goteaba había manchado toda la carga.
Vivir de verdad
Miles de personas oraron por el pastor Ed Dobson cuando le diagnosticaron ELA en el año 2000. Muchos creían que Dios respondería de inmediato sanándolo. Después de 20 años de luchar con esta enfermedad que lentamente atrofiaba sus músculos, alguien le preguntó por qué Dios no lo había sanado todavía; a lo que respondió: «No hay una buena respuesta, así que no pregunto». Su esposa agregó: «Si uno está siempre obsesionado con obtener respuestas, no se puede vivir de verdad».