Renovar nuestra fuerza
Una pareja de águilas construyó un nido gigante en un árbol a unos pocos kilómetros de mi casa. No mucho después, las enormes aves tuvieron aguiluchos. Cuidaron juntos sus crías hasta que uno de los adultos fue trágicamente atropellado por un auto y murió. Durante varios días, el águila sobreviviente voló ida y vuelta a un río cercano, como si buscara a su pareja perdida. Finalmente, regresó al nido y asumió la plena responsabilidad de criar los aguiluchos.
De edad en edad
Hace poco, dos abuelas de Texas se volvieron famosas en las redes por completar un viaje alrededor del mundo en 80 días a los 81 años de edad. Estas grandes amigas trotamundos viajaron a los siete continentes. Comenzaron en la Antártida, bailaron tango en Buenos Aires, montaron camellos en Egipto y anduvieron en trineo en el Polo Norte. Visitaron 18 países. El dúo dijo que esperaba haber inspirado a las futuras generaciones a disfrutar de viajar por el mundo, sin importar la edad.
Noticia digna de celebrar
Por más de dos siglos, el himno que aparecía primero en el himnario metodista en inglés era O for a Thousand Tongues to Sing [Mil voces para celebrar], escrito por Carlos Wesley y titulado inicialmente For the Anniversary Day of One´s Conversion [Para celebrar el aniversario de la conversión]; compuesto para conmemorar la renovación total que tuvo por su fe en Jesús. Sus 18 estrofas proclaman la gloria de la bondad de Dios a los que se arrepienten y siguen a Cristo.
Dedicados a la oración
«He estado orando por ti durante cincuenta años», dijo la anciana. Mi amigo Lou la miró con profunda gratitud. Estaba visitando la aldea búlgara donde creció su padre y que dejó cuando era adolescente. La mujer, creyente en Jesús, vivía al lado de sus abuelos y había empezado a orar por él cuando se enteró de su nacimiento. Ahora, más de medio siglo después, Lou visitó la aldea y, mientras estaba allí, le habló de su fe a un grupo de personas. Cuando esta mujer se acercó a él después de que hablara, se preguntó cómo habrían impactado sus oraciones para que él conociera a Cristo.
Mejor juntos en Cristo
La doctora Tiffany Gholson vio cómo el delito afectó de muchas maneras su pequeña ciudad de East Saint Louis, Missouri, en Estados Unidos. Sin embargo, en 2023, los homicidios se redujeron 31 %, y los delitos en general, 37 %. ¿Qué pasó? Hubo una participación conjunta. La policía estatal y municipal, el distrito escolar y una organización de fe combinaron sus esfuerzos para dar vuelta la situación para todos los ciudadanos.
Primero, adorar
Nunca había pensado en fundar una organización sin fines de lucro, y cuando sentí el llamamiento a hacerlo, me pregunté muchas cosas. ¿Cómo se financiaría la fundación y quién me ayudaría a desarrollarla? Finalmente, mi mayor ayuda no vino de un libro de negocios, sino de la Biblia.
Pecados revelados
Un ladrón entró en una tienda de reparaciones de teléfonos, rompió el vidrio de un exhibidor y empezó a poner teléfonos y otras cosas en una bolsa. Se cubría la cara con una caja de cartón para tratar de ocultar su identidad de la cámara de vigilancia, pero la caja se cayó y reveló su rostro. Minutos después, el dueño de la tienda vio el video del robo, llamó a la policía y arrestaron el ladrón en una tienda cercana. Su historia me recuerda que llegará el día en que todo pecado escondido se revelará.
Abundancia celestial
Esperaba ocho bananas, pero cuando abrí las bolsas que entregaron en casa del supermercado, ¡había veinte! Enseguida me di cuenta de que mudarme a Inglaterra también significaba pasar de libras a kilogramos… En lugar de tres libras, pedí tres kilos (¡casi siete libras!) de bananas.
Escudriña mi corazón, Dios
Para reducir el desperdicio de alimentos, una cadena de supermercados de Singapur vende frutas y verduras levemente imperfectas a menor precio. En un año, se ahorraron más de 850 toneladas de productos. De inmediato, la gente aprendió que las apariencias externas —marcas y formas defectuosas— no afectan el sabor ni el valor nutricional. Lo exterior no siempre expresa lo interior.
Pertenencia
La actriz Sally Field sintió por fin lo que todos anhelamos. Cuando ganó un segundo Oscar en 1985, exclamó al recibirlo: «Lo que más he deseado es tener el respeto de ustedes. La primera vez, no lo sentí. Pero esta vez, sí. Y no puedo negar la realidad de que les agrado; en este momento, les agrado».