El momento oportuno
El director estaba en el podio, recorriendo con la vista al coro y la orquesta. Los miembros del coro se ubicaron en sus lugares, acomodaron la música en sus carpetas y las sostuvieron a una altura que les permitiera ver al director. Los miembros de la orquesta colocaron la partitura en los atriles, se sentaron cómodamente y permanecieron quietos. El director esperó hasta que todos estuvieran listos. Entonces, tras una indicación con su batuta, los acordes del Mesías de Handel llenaron la catedral.
En el nombre de Jesús
Uno de mis álbumes de fotos favorito es de un almuerzo en familia, donde aparecen imágenes de mi padre, sus hijos con sus esposas, y sus nietos; todos en un momento de intercesión y acción de gracias.
La esencia de Navidad
La primera edición de la novela de Charles Dickens, Cuentos de Navidad, se lanzó el 19 de diciembre de 1843, y nunca dejó de publicarse. Narra la historia de Ebenezer Scrooge, un hombre rico, amargado y avaro, que afirma: «a todos los idiotas que van con el ¡Feliz Navidad! en los labios los cocería en su propia sustancia». Sin embargo, una Nochebuena, Scrooge cambió radicalmente y se convirtió en un hombre generoso y feliz. Con gran humor y discernimiento, el libro de Dickens refleja el anhelo universal de tener paz interior.
Mis amigos y yo
Juan Crisóstomo (347-407), arzobispo de Constantinopla, dijo sobre la amistad: «Tal es la amistad, que por ella amamos lugares y estaciones; porque […] como las flores dejan caer sus delicados pétalos sobre el suelo que las rodea, así los amigos imparten gracia incluso en los lugares donde habitan».
Una obra en progreso
Pablo Casals era considerado el violonchelista más destacado de la primera mitad del siglo xx. A mediados de su décima década de vida, mientras todavía ejecutaba su instrumento, un joven periodista le preguntó: «Señor Casals, usted tiene 95 años y es el mejor violonchelista que ha existido. ¿Por qué sigue ensayando seis horas por día?».
Navidad ucraniana
Los ucranianos incluyen varios elementos hermosos en la celebración de Navidad. A veces, colocan ramas de heno sobre la mesa donde se reúnen, como un recordatorio del pesebre en Belén. Otra parte del festejo evoca los acontecimientos de la noche en que el Salvador entró en el mundo. Se eleva una oración y, después, el padre de la familia proclama: «¡Cristo ha nacido!». Y la familia responde: «¡Gloria a Él!».
Mayordomos
Muchas personas se esfuerzan al máximo para asegurarse de que sus recursos se utilicen bien después de su muerte: establecen fideicomisos, hacen testamentos y organizan fundaciones para garantizar que sus bienes sigan usándose para un buen propósito cuando ellos ya no estén en este mundo. A esto se le llama una buena mayordomía.
Un nacimiento especial
Las páginas de las Escrituras destacan el nacimiento de varios bebés: Caín, el primero en nacer después de la creación; Isaac, la esperanza del futuro de Israel; Samuel, la respuesta a la oración ferviente de una mujer. Todos son sumamente importantes y esperados con gran gozo. Y, en todos los casos, los escritores de la Biblia describen el acontecimiento de la misma manera: la madre concibió y dio a luz un hijo (Génesis 4:1; 21:2-3; 1 Samuel 1:20).
Otro héroe de Navidad
Casi toda mi vida, pasé por alto la importancia de José en la historia de Navidad. Sin embargo, después de convertirme en esposo y padre, valoré mucho más su tierno carácter. Antes de saber cómo había quedado embarazada María, ya había decidido que no la avergonzaría ni la castigaría por la supuesta infidelidad (Mateo 1:19).
Estrellas que hablan
Alguna noche, cuando estés lejos de las luces de la ciudad, «levanta […] en alto [tus] ojos» (Isaías 40:26). Allí, en los cielos, verás una luminosa banda de estrellas que se extiende de un horizonte a otro: es nuestra galaxia.