Lectura bíblica para hoy: Lucas 11:1–10
“Pues todo el que pide, recibe.” -Lucas 11:10
Mientras conducía para dirigir una capellanía antes del partido, elevé una sencilla oración. «Señor, ¿puedes traer a una atleta que nunca antes haya asistido a la capellanía?».
Llegué al lugar de reunión y esperé. Mientras varias jugadoras de nuestro equipo local se reunían, justo antes de la hora de comienzo, una atleta apareció por la esquina con una jugadora que nunca antes había asistido a la capellanía.
Se me dibujó una sonrisa en la cara. Yo había orado tan solo quince minutos antes y Dios ya había respondido a mi petición.
Entonces, cuando me agaché para recoger mi Biblia, por la puerta entraron cinco jugadoras del equipo contrario. Durante dos años, nuestra red de capellanas había estado orando para que Dios abriera puertas en este equipo en concreto.
Más tarde, la atleta que estaba a mi lado me preguntó: «¿Eres la capellana del equipo?». Asentí con la cabeza. Inclinándose, me preguntó cómo podían conseguir una. Ese momento marcó el comienzo de un ministerio que cambió la vida de ese equipo.
Jesús les enseñó a sus discípulos a elevar oraciones sencillas y concretas (Lucas 11:9), a que siguieran pidiendo y confiando en que Él respondería. A veces, Él responde en quince minutos, y otras, en dos años. A veces, en su sabiduría, será un «no». Pero sigue pidiendo, pues «… todo el que pide recibe…» (v. 10).
Lori Krueger, Coordinadora de Capellanas de la Liga Nacional de Fútbol Femenino
¿En qué áreas de tu vida necesitas que Dios responda a tus oraciones? Pídele que responda a tus peticiones según su tiempo.
Padre, gracias por ser un Dios fiel que nos ve, conoce nuestras necesidades y responde a nuestras oraciones.