LA ESCRITURA DE HOY: Salmo 131
«Más bien, he sosegado y acallado mi alma como un niño destetado al lado de su madre. Como un niño destetado está mi alma dentro de mí.» -Salmo 131:2
Una tarde, cuando estaba a punto de terminar de comer con mi hermana y sus hijos, mi hermana le dijo a mi sobrina de tres años, Annica, que era hora de prepararse para la siesta. Su cara se llenó de alarma. «Pero si la tía Mónica todavía no me ha cogido en brazos», objetó con los ojos llenos de lágrimas. Mi hermana sonrió. «Está bien, ella puede abrazarte antes, ¿cuánto tiempo necesitas?». «Cinco minutos», respondió.
Mientras abrazaba a mi sobrina, le agradecí que, sin siquiera intentarlo, me recordara constantemente lo que es amar y ser amada. Creo que a veces olvidamos que nuestro camino de fe consiste en aprender a experimentar el amor (el amor de Dios) más plenamente de lo que podemos imaginar (EFESIOS 3:18). Cuando perdemos ese enfoque, podemos encontrarnos, como el hermano mayor en la parábola de Jesús del hijo pródigo, tratando desesperadamente de ganar la aprobación de Dios mientras nos perdemos todo lo que Él ya nos ha dado (LUCAS 15:25-32).
El Salmo 131 es una oración de las Escrituras que puede ayudarnos a «hacernos como niños» (MATEO 18:3) y a dejar de lado la batalla de nuestra mente por lo que no entendemos (SALMO 131:1). En cambio, a través del tiempo con Él podemos volver a un lugar de paz (V. 2), encontrando la esperanza que necesitamos (V. 3) en su amor, tan calmados y tranquilos como si fuéramos niños otra vez en los brazos de nuestras madres (V. 2).
MONICA LA ROSE
¿Cómo has experimentado la realidad del amor de Dios? ¿Cómo te lleva su amor a una mayor paz y esperanza?
Dios de amor, ayúdame a aprender a descansar en ti.