LA ESCRITURA DE HOY: 2 Corintios 9:10–15
«No se olviden de hacer el bien y de compartir lo que tienen…» -Hebreos 13:16
De camino a casa desde la iglesia, mi hija estaba sentada en el asiento trasero disfrutando de galletas Goldfish mientras mis otros hijos le imploraban que las compartiera. Intentando reconducir la conversación, le pregunté a la acaparadora de galletas: «¿Qué habéis hecho hoy en clase?». Dijo que habían preparado una cesta de pan y pescado porque un niño le dio a Jesús cinco panes y dos peces que Él utilizó para alimentar a más de cinco mil personas (JUAN 6:1-13).
«Ese niño fue muy amable al compartir. ¿Crees que tal vez Dios te está pidiendo que compartas tus galletas?», le pregunté. «No, mamá», respondió.
Intenté animarla para que no se quedara con todas las galletas. No estaba convencida. «¡No hay suficientes para todos!».
Compartir es difícil. Es más fácil aferrarse a lo que tenemos delante. Tal vez hacemos el cálculo y llegamos a la conclusión de que no hay suficiente para todos; y la conclusión es que, si doy, me quedaré sin nada. Pablo nos recuerda que todo lo que tenemos viene de Dios, que quiere enriquecernos para que Él pueda hacer «… que la generosidad de ustedes produzca una gran cosecha» (2 CORINTIOS 9:10 DHH). La matemática del cielo no es un cálculo de escasez, sino de abundancia. Podemos compartir con alegría porque Dios promete cuidar de nosotros incluso cuando somos generosos con los demás.
LISA SAMRA
¿Cómo puedes vivir la generosidad incluso en días de mucho trabajo? ¿Qué significa para ti experimentar la abundancia del cielo?
Querido Dios, mi proveedor, ayúdame a encontrar en ti más que suficiente para hoy.