Nuestro camino, su presencia

Lectura de hoy: Salmo 139:1-10

Me guiará tu mano. -Salmo 139:10

El sendero de los Apalaches ha puesto a prueba a los excursionistas desde su finalización en 1937, pero el propio sendero, que va de Georgia a Maine, en Estados Unidos, también ha sido puesto a prueba. Desde su apertura, se ha desplazado, menguado, alargado y rediseñado hasta alcanzar sus 3.540 kilómetros actuales. El excursionista Bill Bryson dijo sobre recorrer el sendero: «Lo que es seguro es que se trata de un largo camino y que desde cualquier extremo no es fácil».

El camino de la vida a menudo puede parecer igual de difícil: un sendero incierto y cambiante por el que viajamos (Salmo 139:3). Qué alegría nos da saber que Dios está con nosotros a cada paso del camino. Como escribió David: «Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano» (v. 5). Se maravillaba de la atención de Dios. «al conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender» (v. 6). El Espíritu de Dios, siempre presente, consoló a David en sus momentos más difíciles. «Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar –escribió—, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra» (vv. 9-10). El salmista no podía caminar por ningún lugar sin experimentar la presencia de Dios.

La encarnación de Cristo significa que podemos disfrutar de su presencia en cada prueba o situación. Antes de dejar a sus discípulos, les dijo: «Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre» (Juan 14:16). La vida, muerte y resurrección de Jesús lo cambiaron todo. Nunca caminamos solos.

Patricia Raybon

¿Dónde se siente confuso el camino de la vida?

¿Cómo buscarás la presencia de Dios que te guíe?

Guíame hoy, querido Dios, por el camino de la vida.

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