Lectura de hoy: Tito 3:1-8
Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó. -Tito 3:4-5
Tras décadas de lucha, el ejército colombiano probó un nuevo método para conseguir la rendición de los grupos guerrilleros: una campaña navideña. Consistía en decorar los árboles cercanos a la base de los insurgentes en la selva con luces activadas por sensores de movimiento. Cuando un rebelde se acercaba, el árbol de Navidad se iluminaba y se leía un mensaje: «Si la Navidad puede llegar a la selva, tú también puedes volver a casa. Desmovilízate. En Navidad, todo es posible». Más de 330 rebeldes se desmovilizaron.
Al año siguiente, amigos y familiares escribieron cartas de Navidad a los rebeldes, pidiéndoles que volvieran a casa, que se colocaron en miles de hermosas bolas brillantes y flotaron por los ríos de la selva. Más rebeldes depusieron las armas. Para este grupo de guerrilleros, la bondad les ayudó a volver a casa.
Me recuerda los caminos de Dios con nosotros. Porque, aunque los humanos rebeldes llevamos mucho tiempo luchando contra Él (Tito 3:3), «cuando Dios, nuestro Salvador, reveló su bondad y su amor, nos salvó —dice Pablo—, por su misericordia» (vv. 4-5). Aunque el juicio de Dios sobre nosotros está justificado, Él lo retrasa, esperando pacientemente a que volvamos (2 Pedro 3:9). La bondad de Dios nos lleva al arrepentimiento (Romanos 2:4).
El Dios del universo, que tiene los ejércitos del cielo a sus órdenes, elige ganarnos no con la fuerza, sino con la bondad. Dejemos las armas y volvamos a casa.
Sheridan Voysey
¿Cómo puedes responder hoy a la bondad de Dios?
¿Por qué es vital para ti recibir su paz y entregarle tu vida?
Padre Dios, tu bondad para conmigo es asombrosa. Gracias por amarme para que vuelva a tener una relación contigo.