Lectura bíblica para hoy | Juan 15:1–17

… el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto. -Juan 15:5

Una mañana, un coordinador detuvo la sesión de apertura de la escuela dominical porque nadie estaba prestando atención al programa. Los niños no dejaban de moverse en sus asientos, y era evidente que incluso los maestros estaban inquietos y distraídos.

Con evidente preocupación los reprendió por su actitud poco entusiasta. «Tenemos un propósito elevado que cumplir. ¿De quién es esta escuela dominical en realidad?».

Por un momento, hubo silencio. Entonces una niña levantó la mano. Recordando algo que su madre había dicho, la niña respondió con confianza: «Esta es la escuela dominical de Jesús». Su breve pero aguda respuesta les impactó hasta el fondo. Hizo que todos los maestros reconocieran de nuevo su dependencia del Salvador en el desempeño de sus tareas.

Al hablarles a los creyentes en Juan 15, el Señor Jesús nos recuerda que somos pámpanos individuales de la Vid verdadera, y solo podemos ser usados por completo y abundantemente fructíferos en la medida en que somos alimentados por Él.

Con el poder de Cristo fluyendo a través de nosotros, podemos lograr cosas poderosas para su gloria. Pero el Salvador advierte que seremos espiritualmente estériles si olvidamos o descuidamos la fuente de nuestro poder. Él les dijo a sus discípulos: «… porque separados de mí nada podéis hacer».

Con demasiada frecuencia, como obreros cristianos, establecemos nuestros propios planes y luego le pedimos a Dios que los bendiga. El resultado es frustración e infructuosidad. Recordemos siempre que, si somos colaboradores fieles de Dios, debemos confiar en su poder prometido para hacernos plenamente productivos.

Xóchitl Dixon

¿Qué significa para ti saber que eres una rama de la Vid verdadera? ¿Cómo puedes demostrar el amor de Dios a otros seguidores de Jesús?

Padre, gracias por proveer para todas mis necesidades mientras continúas llevando a cabo grandes cosas en mí. Ayúdame a amar a los demás como Tú me amas.