Lectura bíblica para hoy | Filipenses 3:10–14
… me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. -1 Corintios 9:22
Los primeros inmigrantes a los Estados Unidos echaron raíces y regaron el árbol de su descendencia, fomentando el crecimiento en las nuevas generaciones.
Estos pioneros nos dan un ejemplo de los que dieron lo mejor, en contraste, a los que sólo buscaron lo que podían aprovechar o conquistar.
Los inmigrantes que aman la nueva tierra donde se refugiaron aún más que el lugar donde nacieron escogen una nueva vida, aprenden un nuevo idioma, gozan de comidas nuevas y participan en nuevas danzas.
El apóstol Pablo experimentó un tipo distinto de vida nueva, en Cristo. Al dejar sus antiguas formas de ser y de hacer, alcanzó a otros como discipulador y plantador de iglesias.
Al aceptar distintos pueblos, Pablo declaró, «… prosigo a ver si alcanzo aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús» (Filipenses 3:12, RVA-2015). La vida nueva de Pablo como seguidor de Cristo no solo le obligó a adaptarse a diferentes pueblos, sino a desarrollar nuevas perspectivas, adaptándose para compartir el evangelio en distintos lugares.
Los que creen en Jesucristo son transformados para tener una vida nueva en Él, y se enfocan más efectivamente en servir a otros de otras muchas culturas distintas.
Como inmigrantes a una nueva vida en Cristo, echemos nuestras raíces, crezcamos y seamos fructíferos. Tengamos relaciones no por conveniencia, cultura o para aprovecharnos de otros.
Sino crezcamos incluso más allá de lo que somos para servir a otros, reconociendo que todos estamos endeudados con Cristo.
Hector y Laura Teme
¿Qué puedes hacer hoy para construir un futuro que deseas ver en esta nación para ti mismo y para otros?
Señor Jesús, ayúdame a contribuir a esta nación y a los que están alrededor de mí. Guíame para ser un puente para que mis hijos disfruten lo que estamos construyendo, y otros niños también.