«Sabiduría para vencer en la vida»

«Sabiduría para vencer en la vida»

No student enrolled

Ser una luz en la oscuridad

Lectura bíblica para hoy: Mateo 5:13–16

“De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.” -Mateo 5:16

El verano anterior a la universidad, me puse en la mejor forma de mi vida para hacer las pruebas para el equipo de fútbol de Notre Dame.

El primer día de clase, tras solo una hora de pruebas, el entrenador hizo sonar su silbato y gritó: «No nos llaméis; os llamaremos nosotros». De repente, mi carrera universitaria de fútbol había terminado.

Como no era lo bastante bueno para jugar en la universidad, decidí trabajar en el deporte universitario y, desde entonces, he dedicado mi vida profesional a los estudiantes.

En los últimos quince años, he descubierto que los deportes universitarios necesitan desesperadamente a Jesús. Hay mucha pasión, orgullo y competitividad, pero no lo suficiente de Él.

Dios puede usar a hombres y mujeres valientes para llenar este vacío cuando demuestran un amor radical que solo viene de Cristo y trae honor a su nombre.

Como dice Mateo 5:16, Dios está buscando personas que «… hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras…». Amándolo bien a Él y a los demás, podemos usar cualquier plataforma que se nos haya dado para impactar en las vidas de las personas.

No importa dónde te haya plantado Dios, Él te está llamando a ser una luz en la oscuridad y a usar tu situación para honrar su nombre por la forma en que lo representas cada día.

Lee De Leon, Administrador Deportivo Universitario

¿Qué significa ser una luz en la oscuridad? ¿Cómo puedes ser audaz y aprovechar al máximo la plataforma que Dios te ha dado?

Querido Dios, gracias por la oportunidad de representarte.

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Estos devocionales de Nuestro Pan Diario te ayudarán a aumentar tu fortaleza espiritual y tu confianza en el plan de Dios en vez de confiar en las reglas de juego del mundo.