Lectura bíblica para hoy: Juan 3:1–21

“Todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva.” -2 Corintios 5:17

Nacido en el Congo y criado en Francia, Oscar Ewolo soñaba con jugar en la Copa del Mundo. Tuvo la oportunidad de hacer realidad ese sueño como capitán de la selección de fútbol del Congo.

Pero, cuando Oscar tenía 14 años, su padre murió. «Fue como si toda mi familia se estuviera muriendo por dentro», cuenta Oscar.

Entonces alguien le habló a su madre de Jesús, y ella abrió su corazón al Salvador. Oscar recuerda la transformación.

«Vi cómo una mujer que había perdido la alegría empezaba a encontrar un gozo diferente». Más tarde, Óscar recibió la salvación y él también empezó a cambiar.

La transformación de la joven estrella de fútbol es un ejemplo vivo de lo que Jesús le dijo a Nicodemo: «Si no naces de nuevo, no podrás ver el Reino de Dios» (Juan 3:3).

Nicodemo no lo entendía. Entonces Jesús le explicó: «De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios…» (v. 6).

Jesús dijo además que había venido del cielo para reconquistar a su creación, una creación que lo había rechazado. «… la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz…» (v. 19). No tiene por qué ser así. «… todo el que [cree] en él [tiene] vida eterna» (v. 15).

Muchos entienden la etiqueta «cristiano» tan solo en un contexto cultural; pero ser seguidor de Jesús significa una transformación total.

Tim Gustafson, Nuestro Pan Diario

¿Cómo has experimentado la alegría que poseían Oscar y su madre? ¿Qué significa para ti la transformación que ofrece Jesús?

Jesús, gracias por tu forma de perdonar y transformar.