Lectura bíblica para hoy: Hechos 2:22–36
… [a Jesús] Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella -Hechos 2:24
Mientras nadaba en el Golfo de México, Caitlyn se encontró con un tiburón que la atacó. Para defenderse, ella le pegó un puñetazo en la nariz, y el depredador abrió las fauces y se fue nadando, derrotado. Aunque la mordida le causó múltiples heridas y más de 100 puntos, el tiburón no pudo retener a Caitlyn.
Esta historia me recuerda cómo Jesús le asestó un golpe a la muerte, poniendo fin al poder de esta de intimidar y derrotar a sus seguidores. Según Pedro, «era imposible que fuese retenido» por «los dolores de la muerte» (hechos 2:24).
Pedro dijo esto a una multitud en Jerusalén. Quizá algunos de ellos habían sido quienes gritaron que crucificaran a Jesús (mateo 27:22). Luego, los soldados romanos lo clavaron en la cruz, donde murió. Más tarde, lo sepultaron, pero resucitó a los tres días. Pedro y otros hablaron y comieron con Él; y 40 días después, ascendió al cielo.
Todos conocemos el agobio y el temor que genera la muerte. La muerte de nuestros cuerpos, y de nuestras relaciones y esperanzas. Pero Jesús tiene la última palabra, trayendo luz y vida a nuestro mundo. Abre el enlace siguiente para ver la conversación de Nizar y Motis, y cómo Dios transforma vidas por medio de Cristo. –Jennifer Benson Schuldt
¿Cómo te da esperanza saber que un día, desaparecerá todo nuestro sufrimiento? ¿Quién necesita escuchar hoy estas palabras liberadoras?
Señor, ¡tu victoria sobre la muerte me da esperanza!