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Articles by Tom Felten

Gracia y cambio

El crimen era horrendo, y el hombre que lo cometió fue sentenciado a prisión de por vida. En los años siguientes, aquel hombre —en confinamiento solitario— empezó un proceso de sanidad mental y espiritual. Se arrepintió y restauró su relación con Jesús. Hoy le permiten interactuar un poco con otros presos. Y por gracia de Dios, a través de su testimonio, otros prisioneros recibieron a Cristo como Salvador.

Por debajo de la piel

José, un joven creyente en Jesús, visitó la iglesia de su hermano. Cuando entró, al hermano se le cayó la cara de vergüenza al verlo. Como vestía mangas cortas, los tatuajes de José se veían en ambos brazos. Su hermano le dijo que se fuera y se pusiera una camisa de mangas largas, ya que muchos de esos tatuajes reflejaban su pasado. De repente, José se sintió sucio. Pero otro hombre escuchó la conversación y llevó a José a ver al pastor, contándole lo sucedido. El pastor sonrió y desabrochó su camisa, y mostró un tatuaje grande en su pecho: algo de su pasado. Le aseguró a José que, como Dios lo había purificado interiormente, no necesitaba cubrirse los brazos.

Un pequeño comienzo

En 1883, cuando se completó, el Puente de Brooklyn fue considerado «la octava maravilla del mundo». Pero un solo y delgado alambre que unía una columna del puente a la otra fue vital para que la estructura diera resultado. Cinco mil alambres más se agregaron al primero, hasta formar un cable sólido que se entrelazó con otros tres. Esto ayudó a sostener el puente colgante más largo de su época. Lo que empezó como algo pequeño se convirtió en una parte enorme de la estructura.

Firmes en la fe

En 1998, Nokia se convirtió en la compañía de telefonía móvil de más ventas en el mundo, con ganancias de casi cuatro mil millones de dólares en 1999. Pero, en 2011, las ventas cayeron y la marca fue adquirida por Microsoft. Un factor de su fracaso fue una cultura laboral basada en el temor, que llevó a decisiones desastrosas. Los gerentes no tuvieron valor para decir la verdad sobre el pobre sistema operativo y asuntos de diseño.

Sonidos de advertencia

¿Alguna vez tuviste un encuentro cercano con una serpiente cascabel? Si así fue, tal vez hayas notado que el sonido del cascabel se iba intensificando a medida que te acercabas. Hay investigaciones científicas que revelan que las víboras sacuden el cascabel con mayor rapidez cuando se aproxima una amenaza. Este «modo de alta frecuencia» puede hacer que pensemos que están más cerca de lo que realmente están. Como lo expresa un investigador: «La interpretación errónea de la distancia por parte del que escucha crea un margen seguro de separación».

Decisiones imprudentes

Una vez, cuando era joven, conduje demasiado rápido tratando de seguir a mi amigo después de la escuela. Llovía mucho y era difícil seguirlo. De repente, ¡el limpiaparabrisas de mi auto quitó el agua y apareció el sedán de mi amigo detenido frente a mí! Apreté los frenos, el auto patinó y golpeó contra un árbol. Quedó destruido. Más tarde, desperté en una sala del hospital local. Aunque, por la gracia de Dios, sobreviví, mi desenfreno demostró ser muy costoso.

Atraídos por la catástrofe

En 1717, una tormenta devastadora azotó durante días el norte de Europa, provocando grandes inundaciones. Murieron miles de personas. La historia revela una respuesta interesante y usual (para esa época) de las autoridades de la ciudad holandesa de Groningen, al convocar a un «día de oración» frente a la catástrofe. Un historiador registra que los ciudadanos se reunieron en iglesias y «escucharon sermones, cantaron salmos y oraron durante horas».

¡Qué gran hallazgo!

Mientras Jennifer buceaba, le llamó la atención una botellita en el fondo de un río. Entonces, recogió lo que describe como «un hallazgo único en la vida». ¡La botella tenía un mensaje escrito por un jovencito en 1926! Pedía que cualquiera que lo descubriera, se lo devolviera. Jennifer usó Facebook para localizar a un agradecido miembro de la familia del hombre, fallecido en 1995. El descubrimiento trajo gozo a Jennifer y a la familia del hombre.

¿Cómo está?

Carla estaba muriendo y lo sabía. Mientras yacía en su cama en el hospital, su cirujano con un grupo de médicos residentes jóvenes entraron a la habitación. Durante unos minutos, el doctor, ignorando a Carla, describió al grupo su condición terminal. Finalmente, se dirigió a ella y preguntó: «¿Cómo está?». Carla sonrió y les habló con ternura sobre su esperanza y paz en Jesús.