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Articles by Anne Cetas

Dios sana lo roto

Carlos y su esposa recorrían la tienda de artesanías, buscando un cuadro para su casa. Él pensó que había encontrado la obra justa, y llamó a Julia para que la viera. Del lado derecho estaba la palabra gracia, pero en el izquierdo había dos roturas largas. «¡Ah, está roto!», dijo ella, mientras empezaba a buscar otro. Pero él señaló: «No. Esa es la idea. Nosotros estamos rotos, y entonces aparece la gracia… se terminó el problema». Y decidieron comprarlo. Al llegar a la caja, la empleada exclamó: «¡Uy, no, está roto!». «Sí, y nosotros también», susurró Julia.

Ayuda mutua

Mientras jugaba básquet con sus amigas, Ámbar vio que sería beneficioso para la comunidad tener una liga femenina. Entonces, comenzó una organización sin fines de lucro para fomentar el trabajo en equipo e impactar a la generación siguiente. Las líderes de Ladies Who Hoop [Mujeres que encestan] se esfuerzan para desarrollar confianza y carácter en mujeres y niñas, y las alientan a volverse importantes contribuyentes de sus comunidades locales. Una de las primeras jugadoras dijo: «Hay tanta camaradería entre nosotras. Era algo que me faltaba. Nos apoyamos unas a otras de tantas maneras. Me encanta ver a las chicas crecer y triunfar».

Ningún malentendido

Alexa, Siri y otros asistentes de voz integrados a dispositivos inteligentes pueden malentender lo que estamos diciendo. Un niño de seis años de edad habló con el nuevo dispositivo de su familia sobre galletas y una casa de muñecas. Más tarde, su mamá recibió un email informándole que un pedido de tres kilos de galletas y una casa de muñecas de 170 dólares estaba en camino. Incluso un loro parlanchín en Londres, cuya dueña jamás había comprado nada en línea, de alguna manera hizo una compra sin que ella se enterara. Una persona le pidió a su dispositivo que encendiera las luces de la sala, y este le respondió: «No hay ninguna pala».

La verdadera naturaleza del amor

Durante la cuarentena por la pandemia, a Julio lo obligaron a cerrar su gimnasio y no tuvo un ingreso durante meses. Un día, recibió un mensaje de texto de un amigo que le pedía que se encontrara con él a las seis de la tarde en sus instalaciones. Julio no estaba seguro de por qué pero fue hasta allí. Al rato, los autos empezaron a aparecer en el estacionamiento. El conductor del primer auto colocó una cesta en la acera cerca del edificio. Después, uno tras otro, unos 50 autos pasaron a saludar, se detuvieron donde estaba la canasta y depositaron alguna tarjeta o dinero.

Escuchar y aprender

De un lado de la calle, el dueño de una casa exhibe en su jardín un águila gigante envuelta en la bandera de Estados Unidos. El enorme camión que está en la salida del garaje tiene una bandera pintada en la ventanilla y varios autoadhesivos patrióticos en el parachoques. Justo enfrente, el jardín de un vecino tiene carteles que enfatizan las cuestiones actuales de justicia social.

El poder de Dios

Los médicos de Rebeca y Ricardo les dijeron que no podían tener hijos. Pero Dios tenía otros planes; y diez años después, ella quedó embarazada. El embarazo anduvo bien, y cuando empezaron las contracciones, la emocionada pareja fue rápidamente al hospital. El trabajo de parto se hizo más largo e intenso, hasta que finalmente, la doctora decidió hacerle una cesárea. Temerosa, Rebeca lloraba por su bebé y por ella, pero su doctora le aseguró: «Voy a hacer todo lo que pueda, pero vamos a orar a Dios porque Él puede hacer más que yo». Oraron juntas, y poco después, nació Bernardo, un saludable bebé.

Ideas impopulares de Jesús

Durante 15 años, Mike Burden realizaba reuniones llenas de odio en la tienda de recuerdos que tenía en su pequeño pueblo. Pero en 2012, cuando su esposa comenzó a cuestionar lo que él hacía, su corazón se ablandó. Se dio cuenta de cuán equivocadas eran sus opiniones racistas y ya no quiso seguir siendo como era. El grupo militante se vengó desalojando violentamente a su familia de un apartamento que alquilaban a uno de sus miembros.

La promesa de Jesús para ti

Javier lloraba a gritos cuando sus padres lo entregaron en manos de Ana. Era la primera vez que el niño de dos años se quedaba en la guardería mientras sus padres asistían a la reunión… y no le gustaba. Ana les aseguró que estaría bien. Trató de calmarlo con juguetes y libros, meciéndolo, paseándolo y hablándole de cosas divertidas. Pero la única respuesta que recibió fueron más lágrimas y gritos. Entonces, le susurró al oído: «Yo me quedaré contigo». Rápidamente, el niño recibió paz y consuelo.

Libro de historias de Dios

Con ganas de disfrutar el hermoso día, salí a caminar y, poco después, me encontré con un nuevo vecino, el cual se detuvo y se presentó diciendo: —Me llamo Génesis, y tengo seis años y medio.

Una celebración gozosa

Mi amiga Sharon murió un año antes que Melissa, la hija adolescente de mi amigo Dave; ambas trágicamente en accidentes automovilísticos. Una noche, soñé con las dos. Se reían y hablaban mientras colgaban cintas en un amplio salón de fiestas, y me ignoraron cuando entré. Había una mesa larga con manteles blancos y platos y copas de oro. Pregunté si podía ayudarlas a decorar, pero aparentemente, no me oyeron y siguieron trabajando.