¿Alguna vez has sentido deseos de huir de las dificultades de la vida? Si es así, no eres el único. Aun hombres de la Biblia como Jeremías, Elías y el rey David alguna vez quisieron huir cuando las cosas se complicaron. Este librito explora lo que le sucedía a David cuando dijo: «¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría» (Sal. 55:6). Además, nos muestra como descubrió lo que Dios quiere que hagamos y lo que Él promete hacer con las pesadas cargas que nos agobian.
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