Lectura bíblica para hoy | Salmo 86:9–12
Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu nombre. -Salmo 86:9
Fuimos criados en el núcleo de nuestra iglesia. La adoración ha sido parte de nuestro ser desde la niñez, y no solo porque fuéramos los hijos del pastor. Adorar juntos en la iglesia nos llevó a servirnos los unos a los otros dentro y fuera de la iglesia.
Adorar a Dios lleva nuestro enfoque de nosotros mismos a nuestra familia espiritual, la iglesia, y de nuestros caminos a los de Dios.
Podríamos citar muchas influencias sobre nuestra decisión de servir a Dios, pero la que nos dio el propósito de servir a los demás fue la adoración a Dios. Hay poder cuando la Iglesia, a través de las edades, culturas e idiomas, adora unida a Dios sabiendo que solo Él es Dios (Salmo 86:10).
Desde los tiempos de la Iglesia primitiva, la adoración unida era constante. No hay ningún entorno más poderoso que cuando estamos adorando a Dios. Todo cambia. Cuando adoramos juntos, la unidad, el poder y la hermandad nos hacen más fuertes.
La adoración a Dios es diversa y se ajusta a cualquier cultura. La adoración de hoy no se parece a como se llevaba a cabo hace cien años.
Los estilos de adoración cambian según las culturas, pero el principio bíblico de adorar a Dios no debe cambiar.
¿Estás sirviendo y adorando donde Dios te puso o sigues anhelando tu lugar de origen? Como familia, hemos decidido estar adorando a Dios, donde Él nos ha puesto en esta nueva temporada, en una nueva nación.
Josh y Sayra Morales
¿Qué puedes aportar como adorador hispano a la nueva cultura en que te encuentras?
Señor, que mi servicio a la comunidad no dependa de mis orígenes sino de mi convicción de adorarte y de servir a mi prójimo no importa donde esté.