LA ESCRITURA DE HOY: Salmo 20
Estos confían en sus carros de guerra, aquellos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del SEÑOR nuestro Dios. -Salmo 20:7
Necesitaba dos medicamentos urgentemente. Uno era para la alergia de mi madre y el otro para el eczema de mi sobrina. Sus molestias empeoraban, pero los medicamentos ya no estaban disponibles en las farmacias. Desesperada e impotente, oré una y otra vez: «Señor, por favor, ayúdalas».
Semanas después, sus dolencias se hicieron más llevaderas. Dios parecía decir: «A veces utilizo medicamentos para curar. Pero los medicamentos no tienen la última palabra; la tengo yo. No pongas tu confianza en ellos, sino en mí».
En el Salmo 20, el rey David se consoló con la confianza de Dios. Los israelitas tenían un ejército poderoso, pero sabían que su mayor fuerza procedía del «nombre del Señor» (v. 7). Depositaron su confianza en el nombre de Dios: en quién es Él, en su carácter inmutable y en sus promesas infalibles. Se aferraron a la verdad de que Aquel que es soberano y poderoso sobre todas las situaciones escucharía sus oraciones y los libraría de sus enemigos (v. 6).
Aunque Dios puede utilizar los recursos de este mundo para ayudarnos, en última instancia, la victoria sobre nuestros problemas viene de Él. Ya sea que nos dé una salida o la gracia para resistir, podemos confiar en que Él será para nosotros todo lo que dice ser. No tenemos por qué sentirnos abrumadas por nuestros problemas, sino que podemos afrontarlos con su esperanza y su paz.
Karen Huang
Padre celestial, dame el valor para confiar en ti. Ayúdame a creer que Tú eres todo lo que prometes ser.