Un tiempo de pausa
Lectura de hoy: Genesis 2:1–3
«Y acabó Dios [ . . . ] la obra que hizo; y reposó el día séptimo . . .» -(Génesis 2:2).
Muchos creyentes en Jesús han considerado de manera incorrecta el regalo del descanso semanal de Dios como un castigo en lugar de una recompensa. «Hay demasiado trabajo que hacer como para parar y descansar». «Si me detengo a descansar, ¿qué pasará con mi equipo/familia/negocio?». Nos hemos equivocado al relacionar el detenernos a descansar con ser malos administradores o perezosos.
Génesis 2:3 dice que, en el séptimo día, Dios «reposó de toda la obra que había hecho en la creación». La palabra «reposo» en hebreo es «shabat», que literalmente significa «cesar». Dios dejó de crear.
A menudo, tememos tomarnos un descanso porque tenemos miedo de parar. Cuando dejas de trabajar, empiezas a estar. Pero ¿y si relacionas tu valor con el Padre por lo mucho que has creado? Será difícil parar y estar.
Según la ley mosaica, el sabbath es el regalo semanal de Dios a su pueblo. Hoy en día, todavía podemos observar la importancia del descanso tomando intencionadamente tiempo libre de nuestro trabajo. No importa si nuestro trabajo tiene éxito o fracasa, Dios nos valora y nos recuerda a través del descanso físico que Él es el creador y sustentador de todo lo que perdura. Parar y descansar después de cada seis días de trabajo es decirte a ti mismo la verdad de que, en última instancia, tú no estás a cargo de tu vida, familia, negocio o ministerio: Dios lo está. Es un modelo que Dios estableció para nosotros al principio de la creación. Terminó el trabajo que estaba haciendo y descansó. Seguramente, nosotros podemos hacer lo mismo.
Empieza a tomarte tiempo para el descanso sabático. No te concentres en el cómo, solo empieza a cesar un día a la semana. Dios te honrará porque tú lo estás honrando a Él.
Nic Lesmeister
¿Qué te impide descansar con regularidad? ¿Cómo vas a descansar esta semana?
Creador de todo, por favor ayúdame a hacer una pausa y dejar de trabajar para poder descansar. Ayúdame a disfrutar del regalo que me has dado.
Anima a otros para reservar tiempo en el descanso que Dios les ofrece y a hacer una pausa para disfrutar de las bendiciones que Él continúa derramando en sus vidas.