Lectura de hoy: Deuteronomio 5:12–15

«Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto [ . . . ] por lo cual [ . . . ] guardes el día de reposo» -(Deuteronomio 5:15).

Un viejo predicador dijo una vez: «Dios trató de liberar a Israel no solo del reino de Egipto, sino también del Egipto del corazón». En otras palabras, la tragedia de la esclavitud física llevó a los israelitas a la parálisis gradual de la esclavitud mental. El mandamiento de Dios de guardar el día de reposo pretendía animar a su pueblo a experimentar la libertad que alcanzaron tras ser liberados para adorarle.

Sin embargo, los reinos de esta tierra no son los únicos capaces de esclavizar a las personas; también están los poderes de las tinieblas. En una ocasión, Jesús fue criticado por sanar en el día de reposo y, en respuesta a sus críticos, Él los reprendió por ser hipócritas. Para los críticos de Jesús, estaba bien desatar un buey o un asno para darle agua en el día de descanso, pero no estaba bien curar a una mujer a la que Satanás había oprimido durante dieciocho años (Lucas 13:15–16).

Dios ordenó el descanso sabático para experimentar la libertad de las ataduras de la esclavitud. Pero, ¿cómo puede alguien descansar, y mucho menos adorar a Dios, cuando todavía está atado por la inquietud en el espíritu? El día de descanso corporal es también un día de libertad espiritual.

Jesse Rojo

¿Qué te impide descansar y adorar como parte del descanso sabático? ¿Cómo puede ayudarte el recordar que el concepto de descanso sabático es libertad espiritual?

Querido Padre, oro para que tu libertad no solo me libere de la esclavitud terrenal, sino también de la espiritual. Por favor ayúdame a encontrar descanso en ti para que pueda adorarte plenamente.