Lectura de hoy: Apocalipsis 22:12-21

¡Ven, Señor Jesús! -Apocalipsis 22:20

Mientras el video captaba la belleza de lugares alrededor de Israel, una voz solitaria cantaba: «Ven, ven, Emanuel, y rescata al cautivo Israel». El vocalista alternaba el inglés y el hebreo mientras la melancólica música me cautivaba. Aunque había cantado el tradicional villancico de Adviento todos los años en Navidad, oí algo que no había notado antes: una ferviente súplica para que Cristo volviera.

La letra mira hacia atrás, clamando por un salvador que venga a salvar a Israel, que «llora en solitario exilio aquí». Antes de la primera venida de Jesús, el pueblo judío esperaba y anhelaba que alguien viniera a rescatarlos de su cautiverio. En Navidad, cantamos con alegría porque Cristo, también llamado Emanuel, o «Dios con nosotros», vino como un bebé en cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento.

Pero la canción continúa pidiéndole a Jesús que «venga» porque seguimos esperando. Ahora anhelamos su segunda venida, cuando nos rescate de las luchas de este mundo. A lo largo del libro de Apocalipsis, leemos su promesa: «¡Voy a venir pronto!». (Apocalipsis 3:11; 22:7, 12). Un santo anhelo por el cumplimiento de esa promesa nos hace responder de acuerdo: «¡Ven, Señor Jesús!» (22:20).

No solo es pertinente en el tiempo de Adviento, sino que «Oh, ven, ven, Emanuel» es una oración que se repite durante todo el año para expresar nuestro anhelo de que Jesús regrese, enjugue toda lágrima (21:4) y arregle todas las cosas.

Lisa M. Samra

¿Por qué anhelas que Jesús vuelva?

¿Por qué crees que «Ven, Señor Jesús» es una de las últimas palabras de la Escritura?

Ven, Señor Jesús, ven y sé mi Príncipe de Paz.

Conclusión:

Hace más de dos mil años, Dios entró en nuestro mundo roto, en nuestros sueños rotos y en nuestras vidas rotas. Nos acompañó en nuestro dolor y nos mostró que se preocupa por nosotros. Vino a la tierra en forma de hombre, haciendo visible para nosotros al Dios invisible. Jesús es el cumplimiento de una promesa hecha hace miles de años:

«He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel» (que significa «Dios está con nosotros») (Isaías 7:14).

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