Lectura bíblica para hoy: Salmo 133

¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! (Salmo 133:1 NVI)

Yo (Fidel) crecí en una iglesia hispana en Phoenix, Arizona. Esa congregación se convirtió en mi familia. Había un dicho allí: «Si hay comida, la gente viene».

Creo que hay algo especial en reunirse y formar parte de una comunidad, especialmente para los latinos porque apreciamos la familia y la convivencia.

En 2018, mi familia y yo nos mudamos de Phoenix, Arizona, a Fort Worth, Texas, para ser parte del equipo de lanzamiento de Mercy Culture Church.

Antes del lanzamiento, nuestra familia experimentó un tiempo desafiante porque no había una comunidad latina con quien convivir. Extrañábamos esos momentos familiares con nuestra iglesia anterior.

Mi anhelo por nuestra iglesia me recordó lo que dijo el salmista David: «¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!» (Salmo 133:1).

Para mí, la unidad fue lo más hermoso de la comunidad latina de nuestra iglesia. Fuimos como una familia.

Estábamos todos juntos. Nos reíamos. A veces llorábamos juntos. Otras veces estábamos en desacuerdo pero nos reconciliábamos. Es lo que ocurre en una familia. A menudo, así también son nuestras iglesias: familias en la fe.

Cuando nos reunimos con el mismo propósito, estamos en unidad unos con los otros, y es «bueno y agradable».

¡Es maravilloso estar juntos! Incluso cuando mi esposa Estrella y yo nos unimos a una nueva comunidad y encontramos la unidad, nos regocijamos de lo maravilloso que es estar de nuevo con nuestros hermanos y hermanas.

Si has perdido el amor que se experimenta al reunirte en unidad, no dejes que el dolor del ayer te robe de la bendición de mañana.

Cuando no perdonamos, dejamos de crecer espiritualmente. Dios quiere que tengas alegría en tu vida. Tu iglesia local, tu familia en la fe, te está esperando.

Te animo que revises tu corazón ante Dios y luches por la unidad en tu comunidad. Que se cumplan en tu vida, con el poder de Dios, las palabras del Salmo 133: «… el Señor concede bendición…» (v. 3).

Que la alegría de Dios te acompañe.

Fidel y Estrella Rostran

¿Qué me está robando la alegría de reunirme con los demás? ¿A quién tengo que perdonar para volver estar en unidad con mis hermanos y hermanas?

Querido Dios, gracias por la unidad en nuestra familia en la fe. Te pido que me ayudes a empezar a formar nuevas relaciones con mis hermanos y hermanas.