Ilustración de: YMI X @kaylaspalette
Descripción: Hermanos: los que sacan lo mejor… y lo peor de nosotros.

Si no fuera por ellos, no seríamos quienes somos hoy. Independientemente de la cantidad de disputas o peleas reales que hayamos tenido, al final del día siguen siendo familia. Ya sea que sigamos viviendo en la misma casa que nuestro hermanos o que ya no nos veamos con tanta frecuencia, haz un esfuerzo por mostrarles lo mucho que significan para nosotros.

Si hay dolor o cosas no resueltas entre ustedes, dá el primer paso para extender la mano, el perdón y el amor de la forma en que tu hermano lo apreciaría y lo recibiría. Empieza por saber cuál es el lenguaje del amor de tu hermano. ¿Son palabras de afirmación, contacto físico, obsequios, tiempo de calidad o actos de servicio?

Tomemos un momento para mostrar nuestro amor a aquellos con los que hemos formado tantos recuerdos. Etiqueta a tu hermano o hermana en los comentarios a continuación y comparte algunas palabras sobre cómo te gustaría agradecerle por estar en tu vida.

Cuando se trata de nuestros hermanos, generalmente somos bastante descuidados con nuestras palabras. Pero Proverbios 16:24 nos dice que los dichos suaves son un panal de miel, suavidad al alma y medicina para los huesos.

Envíales un mensaje de texto o llámalos para que sepan que los aprecias.

A veces, nuestros hermanos no necesitan consejos, especialmente cuando están pasando por una mala racha. En cambio, un simple abrazo, una palmada en la espalda o una mano en el hombro pueden hacer una gran diferencia.

Descubre por lo que están pasando y deja que tu toque hable.

A todos nos encantan los regalos, especialmente cuando es algo que hemos estado mirando durante un tiempo. Así que aprovechemos el conocimiento que tenemos sobre los gustos y disgustos de nuestros hermanos y derrochemos un poco (en ellos).

¡Hazles saber que estás pensando en ellos enviándoles un paquete sorpresa o comida a domicilio!

El ajetreo de la vida puede distraernos fácilmente de hacer tiempo para las personas que amamos. O a veces, incluso si estamos físicamente presentes, nuestra mente está en otra parte. Pero podemos cambiar esto.

¿Por qué no planificar un día con tu hermano y pasar juntos un tiempo de calidad ininterrumpido?

Todos queremos lo mejor para nuestros hermanos y estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para ayudarlos a lograr lo mejor que puedan. Pero, ¿qué pasa si en realidad les estamos imponiendo nuestras propias expectativas en lugar de averiguar qué es lo que realmente necesitan? (y tal vez no sea una charla motivacional).

Hagamos actos de servicio prácticos y útiles para ellos.

Publicado originalmente en YMI que forma parte de Ministerios Nuestro Pan Diario, en inglés. Traducido y republicado con permiso.