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Articles by Xochitl Dixon

Más allá de las estrellas

En 2011, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio celebró 30 años de investigaciones espaciales. Durante ese tiempo, se llevaron más de 355 personas al espacio, que ayudaron a construir la Estación Espacial Internacional. Pero, ahora, la NASA dirige su atención a la exploración del espacio profundo.

Dadores generosos

Después de repasar todo lo que Dios había hecho a lo largo de la historia de nuestra iglesia, los líderes propusieron construir un nuevo gimnasio para servir mejor a la comunidad. Anunciaron que ellos serían los primeros en firmar un compromiso de donar dinero para el edificio. Al principio, con actitud egoísta, no quise ofrendar más dinero del que ya dábamos, pero, con mi esposo, accedimos a orar por el proyecto. Tras considerar todo lo que Dios nos proveía permanentemente, decidimos ofrendar todos los meses. Y la congregación financió toda la construcción.

Hacedor maravilloso

Como fotógrafa amateur, me encanta capturar destellos de la creatividad de Dios. Veo sus huellas en cada pétalo de flor, cada amanecer y atardecer vibrantes, cada nube y cada estrella pintadas y esparcidas en el lienzo celeste.

Un papá bueno

Cuando nuestro hijo Xavier era más pequeño, los viajes de trabajo solían llevar a mi esposo lejos de casa. Aunque su padre lo llamaba con frecuencia, había algunas noches difíciles en que esas llamadas no lo consolaban. Para ayudarlo a aliviar la necesidad de estar con su papá, yo tomaba álbumes de fotos y le mostraba imágenes en las que ambos estaban juntos, y le preguntaba: «¿Te acuerdas de esto?». La cadena de recuerdos alentaba a mi hijo, quien decía a menudo: «Tengo un papá bueno».

Expresiones generosas de amor

En cada aniversario de boda, mi esposo me regala un enorme ramo de flores recién cortadas. Cuando perdió su trabajo durante una restructuración en la empresa, yo no esperaba que siguiera esta pródiga muestra de cariño. Pero, cuando cumplimos 19 años de casados, las coloridas flores me recibieron desde su lugar en la mesa de nuestro comedor. Como él valoraba esta tradición anual, ahorraba dinero todos los meses para asegurarse de tener suficiente para su demostración personal de afecto.

Te veo

Cuando Xavier tenía dos años, iba de un pasillo a otro por una pequeña zapatería. Escondido detrás de las cajas de zapatos, se reía cuando Alan, mi esposo, decía: «Te veooo».

Tal como lo anunciado

Durante unas vacaciones, mi esposo y yo nos anotamos para un paseo en balsa por el río. Vestida con sandalias, un vestido de verano y un amplio sombrero, me quejé al descubrir que, contrario a lo anunciado, el paseo incluía rápidos suaves. Gracias a Dios, íbamos con una pareja experimentada en aguas rápidas. Nos enseñaron lo esencial para remar, y prometieron llevarnos a salvo a nuestro destino. Agradecida por mi chaleco salvavidas, gritaba y me mantenía aferrada a la balsa hasta que llegamos a la ribera río abajo. Terminamos riéndonos, empapados, aunque el paseo no había correspondido con el anuncio.

El Padre perfecto

Parada en un abarrotado pasillo de una tienda, buscaba la tarjeta perfecta del Día del Padre. Aunque nos habíamos reconciliado después de años de distancia, nunca me había sentido cerca de mi papá.

Perseverar con paz

Mientras sigo confiando en Dios a través de mis luchas con el dolor crónico, aun las dificultades más simples pueden parecer un ataque feroz del enemigo. Problema uno me golpea por la derecha. Problema dos me ataca desde atrás. Problema tres me da un puñetazo en la nariz. En esos momentos, cuando me faltan las fuerzas y no encuentro alivio inmediato, correr y esconderme parece ser una buena idea. Pero, como el dolor no me permite escapar, cambiar las circunstancias ni ignorar mis emociones, estoy aprendiendo lentamente a descansar en Dios para que me sostenga.

Entrenamiento in situ

Cuando la maestra de mi hijo me pidió que sirviera de acompañante en el campamento de ciencia, vacilé. ¿Cómo podría ser un ejemplo cuando mi pasado estaba manchado de errores; cuando todavía luchaba, tropezaba y caía en antiguos hábitos malos? Dios me ayudó a amar y criar a mi hijo, pero, a menudo, dudaba de que me pudiera utilizar para servir a otros.