Inclinarse hacia Dios
El Hermano Lawrence, cocinero en un monasterio del siglo xvii, me ha enseñado muchas cosas sobre cómo recordar de manera consciente a Dios. En su libro La práctica de la presencia de Dios, Lawrence menciona formas prácticas de «ofrecerle a Dios tu corazón una y otra vez durante el transcurso del día», incluso mientras se realizan tareas como cocinar o reparar zapatos. «La profundidad espiritual de la persona —decía él— no depende de cambiar las cosas, sino de modificar las motivaciones; es decir, hacer para Dios lo que comúnmente haces para ti».
Tarea de rescate
Como vivo en Colorado, en Estados Unidos, escalo montañas. Los fines de semana, en verano, veo excursionistas ocasionales que no tienen idea de lo que están haciendo. Con sandalias, pantalones cortos, camisetas y un solo recipiente de agua, comienzan a subir un sendero a media mañana. No llevan mapa, ni brújula ni ropa para lluvia.
Incidentes divinos
En el curso normal de la providencia, Dios obra en y a través de la naturaleza, no a pesar de ella. Por esta razón, es difícil comprobar con certeza algunas respuestas de oración.
Dios ama los adverbios
De manera sabia, los puritanos procuraban vincular todas las áreas de la vida con Dios, su fuente, para unir ambos mundos, en vez de dividirlos en sagrado y secular. Tenían un dicho: «Dios ama los adverbios y no le preocupa si es bueno, sino si está bien hecho». Los adverbios califican los verbos, las palabras que indican acciones y actividades. Este proverbio implica que al Señor le importa más la actitud con que vivimos que los resultados en sí.
Un legado de arrepentimiento
Todas las naciones tienen héroes, pero puede que Israel sea la única que haya elaborado una literatura épica acerca de los fracasos del más grande de sus héroes (Salmo 51). Este elocuente salmo muestra que Israel, al final, recordó a David más por su devoción a Dios que por sus logros políticos.
Ayudar al que sufre
Al preguntar a personas que sufren, «¿quién te ayudó?», nadie menciona a catedráticos de teología de algún prestigioso seminario ni a ningún filósofo famoso. Todos tenemos la misma capacidad de ayudar a los que sufren.
Um comando importante
Quando um advogado pediu a Jesus que identificasse a regra mais importante na vida, Ele respondeu: “Amarás, pois, o Senhor, teu Deus, de todo o teu coração, de toda a tua alma, de todo o teu entendimento e de toda a tua força” (Marcos 12:30). Nessas palavras, Jesus resumiu o que Deus mais deseja para nós.