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Articles by Mike Wittmer

Permanecer juntos

La Iglesia Bautista Dewberry se dividió en la década de 1800 por una pata de pollo. Hay varias versiones de la historia, pero el relato de un miembro actual es que dos hombres se pelearon por la última pata de pollo en una comida de la iglesia. Los hombres se enfurecieron tanto que uno se mudó a un par de kilómetros y abrió la Segunda Iglesia Bautista Dewberry. Gracias a Dios, las iglesias resolvieron sus diferencias y todos están de acuerdo en que la razón de la separación fue ridícula.

Un verdadero discípulo de Jesús

Cuando Christian Mustad mostró su cuadro de Van Gogh al coleccionista de arte Auguste Pellerin, este lo miró una vez y dijo que no era auténtico. Mustad guardó la pintura en el ático de su casa, donde permaneció durante 50 años. Mustad murió, y la pintura fue evaluada una y otra vez en las cuatro décadas siguientes. Siempre se determinaba que era falsa… hasta 2012, cuando un experto usó una computadora para contar las separaciones de los hilos de la tela. Descubrió que había sido cortada de la misma pieza que otra obra de Van Gogh. Mustad había sido dueño todo el tiempo de un verdadero Van Gogh.

Creyentes sabios

La pandemia del coronavirus cerró escuelas en todo el mundo. En China, los maestros comenzaron a usar DingTalk, una aplicación digital que permitía tener clases en línea. Entonces, sus alumnos supusieron que si la calificación de DingTalk bajaba mucho, dejaría de estar disponible para descargarla. De la noche a la mañana, miles de calificaciones de una estrella redujeron su puntaje.

¿Cómo te llamas?

Alguien dijo que pasamos por la vida con tres nombres: el que nos pusieron nuestros padres, el que nos ponen los demás (nuestra reputación) y el que nos ponemos nosotros (nuestro carácter). El que nos ponen los demás importa, ya que «de más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro» (Proverbios 22:1). Pero aunque la reputación es importante, el carácter lo es más.

Invencible en Jesús

El avión militar de Louis Zamperini se estrelló en el mar durante la guerra. «Louie» y dos más estuvieron dos meses a la deriva en balsas, defendiéndose de tiburones, atravesando tormentas, esquivando balas de un avión enemigo, y comiendo peces y aves crudos. Tiempo después, llegaron a una isla donde los capturaron. Durante dos años, a Louie lo torturaron y lo hicieron trabajar como prisionero de guerra. Su historia se relata en el libro Invencible.

Amar a tu enemigo

Me escabullí a una habitación antes de que ella me viera. Anhelaba regañarla, ponerla en su lugar. Aunque su conducta me había molestado, ¡lo más probable era que yo la hubiera irritado aún más!

¿Quién necesita tu apoyo?

A Clifford Williams lo sentenciaron a morir por un asesinato que no cometió. Cada petición para que reconsideraran la evidencia en su contra fue denegada… durante 42 años. Entonces, la abogada Shelley Thibodeau se enteró de su caso, y no solo descubrió que no había evidencia para condenarlo, sino que otro hombre había confesado ser el asesino. A los 76 años de edad, Williams por fin fue exonerado y lo liberaron.

Jesús nos restaura

Aunque Samuel no había hecho nada malo, perdió su trabajo. La negligencia en otra sección generó problemas en los autos que él fabricaba. Después de conocerse sobre varios accidentes, los clientes dejaron de comprar esa marca. La compañía tuvo que reducirse y él quedó sin trabajo. Ese daño colateral no fue justo. Nunca lo es.

¿Quién eres?

El líder de nuestra videoconferencia dijo: «¡Buen día!». Yo respondí: «Hola», pero no lo estaba mirando porque me distrajo mi propia imagen en la pantalla. ¿Así me veo? Observé los rostros sonrientes de los demás y los veía tal cual son. Entonces, sí, debo de ser yo. Tendría que bajar un poco de peso… y cortarme el cabello.

Zona de la muerte

En 2019, un montañista vio su último amanecer desde la cumbre del Everest. Aunque sobrevivió al peligroso ascenso, la altura le afectó el corazón y murió durante el descenso. Un experto en medicina advierte a los montañistas de no considerar que llegar a la cima es el final de la travesía. Deben subir y bajar rápidamente, recordando que «están en la zona de la muerte».