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Articles by Mike Wittmer

Jesús nos restaura

Aunque Samuel no había hecho nada malo, perdió su trabajo. La negligencia en otra sección generó problemas en los autos que él fabricaba. Después de conocerse sobre varios accidentes, los clientes dejaron de comprar esa marca. La compañía tuvo que reducirse y él quedó sin trabajo. Ese daño colateral no fue justo. Nunca lo es.

¿Quién eres?

El líder de nuestra videoconferencia dijo: «¡Buen día!». Yo respondí: «Hola», pero no lo estaba mirando porque me distrajo mi propia imagen en la pantalla. ¿Así me veo? Observé los rostros sonrientes de los demás y los veía tal cual son. Entonces, sí, debo de ser yo. Tendría que bajar un poco de peso… y cortarme el cabello.

Zona de la muerte

En 2019, un montañista vio su último amanecer desde la cumbre del Everest. Aunque sobrevivió al peligroso ascenso, la altura le afectó el corazón y murió durante el descenso. Un experto en medicina advierte a los montañistas de no considerar que llegar a la cima es el final de la travesía. Deben subir y bajar rápidamente, recordando que «están en la zona de la muerte».

Cambiar a punto muerto

El hombre delante de mí en el lavadero de autos estaba en una misión. Fue a la parte posterior de su camioneta y quitó el enganche para que no trabara los cepillos rodantes. Pagó y se dirigió hacia la cinta automática… pero dejó el cambio en modo avanzar. El empleado le gritó: «¡Ponga punto muerto! ¡Ponga punto muerto!», pero la ventanilla estaba cerrada y el hombre no oyó. En cuatro segundos estaba del otro lado, y la camioneta apenas mojada.

Ventanas

Cerca de la ladera del Himalaya, un turista notó una fila de casas sin ventanas. Su guía explicó que algunos de los pueblerinos temían que los demonios se metieran en sus viviendas, así que construyeron paredes impermeables. Se podía saber cuando alguien había empezado a seguir a Jesús, porque colocaba ventanas para dejar entrar la luz.

Te saqué la nariz

«¿Por qué las estatuas tienen las narices rotas?» es la primera pregunta que las visitas hacen a Edward Bleiberg, curador de arte egipcio en el Museo de Brooklyn.

Vestirse de audacia

Andrés vive en un país cerrado al evangelio. Cuando le pregunté cómo mantiene en secreto su fe, dijo que no lo hace. Lleva un broche que publicita su iglesia, y cada vez que lo arrestan, les dice a los policías que «ellos también necesitan a Jesús». Es valiente porque sabe quién está de su lado.

¿Qué cantas?

La mayoría de los norteamericanos sabía poco sobre Alexander Hamilton hasta 2015, cuando Lin-Manuel Miranda escribió su éxito musical Hamilton. Ahora, los niños de las escuelas conocen su historia de memoria. La cantan en los autobuses y en los recreos. Hamilton es su padre fundador favorito.

¿Quién me necesita?

En un viaje a Washington, D. C., el escritor Arthur Brooks escuchó que una mujer mayor le susurraba a su esposo: «No es cierto que nadie te necesite más». Él murmuró algo sobre desear estar muerto, y ella le dijo: «Termina con eso». Al bajar del avión, Brooks reconoció al hombre de inmediato: un famoso héroe mundial. Algunos pasajeros lo saludaron y el piloto le agradeció por el valor demostrado décadas antes. ¿Cómo se había hundido aquel hombre en semejante desesperanza?

¿De quién estás vestido?

El equipo femenino argentino de básquet se presentó al partido con el uniforme equivocado. Sus camisetas azules eran demasiado parecidas a las de Colombia, y al jugar de visitantes, tenían que cambiarlas. Sin tiempo para buscar otras, perdieron el partido. En el futuro, seguramente verificarán bien cómo vestirse.