Suéltalo
La autobiografía de Agustín, Confesiones, describe su largo y tortuoso camino a Jesús. Una vez, cabalgaba hacia el palacio para elogiar en un discurso al emperador. Le preocupaba cómo recibiría esas frases engañosamente lisonjeras, cuando vio a un borracho que hacía chistes y se reía. Entonces, se dio cuenta de que, con mucho menos esfuerzo, aquel hombre ya tenía la pasajera felicidad que su furtiva carrera podría brindarle. Entonces, dejó de luchar por el éxito mundano.
¿Cómo te llamas?
Joana se volvió a casar tras la muerte de su primer esposo. Los hijos de su nuevo marido nunca la aceptaron, y ahora que él también murió, la detestan por quedarse en la casa de su infancia. Dicen que les está robando su herencia. Lógicamente, Joana está desanimada y amargada.
Escoge la alegría
Carlos se sentía desanimado mientras caminaba dificultosamente por el pasillo de las verduras. Con las manos temblorosas —los primeros signos de la enfermedad de Parkinson—, se preguntaba: ¿Cuándo comenzará a desaparecer esta calidad de vida? ¿Qué significará para mi esposa e hijos? Su pesimismo quedó destruido ante una risa. Junto a las patatas, un padre empujaba en una silla de ruedas a su sonriente hijo. El hombre se inclinó y le susurró algo a su hijo, que no podía dejar de reírse. Sin duda, su condición era peor que la de Carlos, y aun así, ambos encontraban alegría donde podían.
En sus manos
William Shatner protagonizó al capitán Kirk en la serie de televisión Star Trek, pero no estaba preparado para un viaje verdadero al espacio. Llamó a su vuelo suborbital de once minutos «la experiencia más profunda que pude imaginar». Salió de su nave y dijo maravillado: «Ver el color azul pasando a tu lado, y estar viendo luego la oscuridad… eso impacta». Y agregó: «Miras hacia abajo y está azul, y hacia arriba y está negro […]. La belleza de ese color es tan breve, y en un instante, ya pasó».
Esperanza del gehena
En 1979, el arqueólogo Gabriel Barkay desenterró dos pequeños rollos de plata, donde se encontraron grabadas en hebreo las bendiciones de Números 6:24-26: «El Señor te bendiga, y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el Señor alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz». Los eruditos afirman que los rollos datan del siglo vii a.C. Son las partes más antiguas de la Escritura que se conocen.
Cuando la debilidad es fortaleza
Andrés estuvo preso dos años por servir a Jesús. Había leído historias de misioneros que se sintieron siempre gozosos durante su encarcelamiento, pero él confesó que no era su caso. Le dijo a su esposa que Dios había escogido al hombre equivocado para sufrir por Él. Ella respondió: «No, creo que eligió al correcto; no fue casual».
Huir de los pavos
Dos pavos silvestres estaban en el sendero. ¿Cuánto podré acercarme?, me pregunté. Caminé más lento hasta que me detuve. Funcionó. Los pavos caminaron hacia mí… y siguieron acercándose. En segundos, sus cabezas se balanceaban a mi lado, y luego, detrás de mí. ¿Tendrían el pico muy filoso? Hui corriendo. Finalmente, dejaron de perseguirme.
El poder de la Palabra de Dios
Esteban era un comediante con futuro, y un pródigo. Criado en una familia cristiana, luchaba con sus dudas después de que su padre y dos hermanos murieran en un accidente. Con poco más de 20 años, había perdido su fe. Pero la encontró una noche en las heladas calles de Chicago. Un desconocido le dio un Nuevo Testamento de bolsillo, y al abrirlo, vio el índice que decía que los que estuvieran ansiosos leyeran Mateo 6:27-34.
Gente que necesita gente
En su carrera al salón de la fama como periodista deportivo, Dave Kindred cubrió cientos de eventos deportivos importantes y escribió una biografía de Muhammad Ali. Jubilado y aburrido, empezó a asistir a partidos de básquet femenino en una escuela local. Luego, comenzó a escribir historias sobre cada juego y a publicarlas en línea. Cuando su madre y su nieto murieron y su esposa sufrió un síncope, se dio cuenta de que el equipo del que estaba escribiendo le había dado una sensación de comunidad y propósito. Ambos se necesitaban mutuamente. Kindred dijo: «Este equipo me salvó. Mi vida se había vuelto oscura [… y] ellas eran la luz».
Una historia gigante como una ballena
Miguel estaba buceando en busca de langostas, cuando una ballena jorobada lo atrapó con la boca. Pensó que no sobreviviría, pero a las ballenas no les gustan los pescadores de langostas, y a los 30 segundos, escupió a Miguel por el aire. Era increíble que no se hubiera quebrado ningún hueso; solo le quedaron algunos machucones y una historia grande como una ballena.