Our Authors

ver todo

Articles by Marvin Williams

El diablo me obligó

En marzo de 2009, en el estado de Washington, una mujer de 62 años fue acusada de robar más de 73.000 dólares de la iglesia adonde asistía. Cuando los detectives la interrogaron, dijo: «Satanás tuvo una gran participación en el robo». Suena como si dijera que el diablo la obligó a hacerlo.

Rescatado

Un sudafricano sorprendió a nueve hombres robando en su casa. Siete escaparon, pero el dueño se las ingenió para arrastrar a dos hacia la piscina en el patio posterior de la casa. Cuando se dio cuenta de que uno de los ladrones no sabía nadar, se zambulló al agua para salvarlo. El periódico The Cape Times informó que, una vez fuera del agua, el ladrón mojado llamó a sus amigos para que volvieran. Luego sacó un cuchillo y amenazó al hombre que acababa de rescatarlo. El dueño de la casa dijo: «Todavía estábamos cerca de la piscina, así que, cuando vi el cuchillo, simplemente lo volví a empujar al agua. Pero, como buscaba aire desesperado y se estaba ahogando, lo volví a rescatar».

Detenerse a ayudar

El Dr. Scott Kurtzman, jefe de cirugía del Waterbury Hospital, en Connecticut, iba camino a dar una conferencia cuando presenció un terrible accidente que involucró 20 vehículos. El doctor se puso inmediatamente en acción, se abrió paso entre los trozos de metal, y comenzó a gritar: «¿Quién necesita ayuda?». Después de prestar asistencia durante 90 minutos, y una vez que las víctimas fueron llevadas a hospitales regionales, el Dr. Kurtzman comentó: «Una persona con capacitación como la mía, simplemente no puede pasar de largo sin atender a una persona herida. Me niego a vivir mi vida sin actuar así».

Derrotar gigantes

En 1935, el equipo de debate de Wiley College, una escuela de Texas, pequeña, sin categoría y con alumnos de raza negra, inesperadamente derrotó a los campeones, todos de raza blanca, de la Universidad de Southern California. Un caso clásico del desconocido que triunfa sobre un gigante nacional.

Pedacito de cielo

Hace un tiempo, mi esposa encontró a una mujer que necesitaba transporte. Al pensar que quizá Dios había preparado la situación, aceptó llevarla. En el trayecto, la mujer le contó que era creyente, pero que estaba luchando contra un problema de drogadicción. Mi esposa escuchó a esta angustiada mujer y luego le habló. Mientras le daba esperanzas sobre un mañana mejor, creo que, en cierta medida, esa mujer experimentó un pedacito de cielo en la tierra.

Malos ejemplos

En Oregón, una mujer fue interceptada mientras conducía a 170 km por hora, con su nieto de 10 años en el automóvil. Cuando la policía la detuvo, les dijo que sólo estaba tratando de enseñarle al niño a no conducir nunca a esa velocidad. Supongo que quería que él hiciera lo que ella decía, no lo que hacía.

Meta unificada

En Norteamérica, la lechuza moteada está extinguiéndose. Al principio, se creía que su mayor amenaza era la tala de bosques. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que el problema quizá sea uno de los parientes de esta ave. Durante los últimos quince años, la lechuza rayada ha estado migrando rápidamente hacia el oeste. Estas lechuzas, que solían vivir exclusivamente al este del Mississippi, compiten por la misma comida con la especie moteada, pero son más agresivas y adaptables.

Detectar toxinas

Las ciudades de San Francisco y Nueva York usan peces de agallas azules para verificar la presencia de toxinas en el suministro de agua, ya que este podría ser el blanco de un ataque terrorista. Colocan una pequeña cantidad de estos peces en un tanque, en el fondo de algunas plantas potabilizadoras, porque son sensibles a los desequilibrios químicos del medio ambiente. Cuando hay una alteración en el agua, los peces reaccionan y contraatacan.

Detrás del velo

El pastor y escritor Erwin Lutzer escribió: «En cuanto te deslices detrás del velo rasgado, te encontrarás disfrutando de una bienvenida personal por parte de Cristo o percibiendo el primer atisbo de condenación, como nunca antes experimentaste. Sea como sea, tu futuro estará irrevocablemente determinado y permanecerá eternamente inmutable».

Es asunto mío

En 1955, cuando el sur de los Estados Unidos seguía sumamente segregado, Emmett Till, un joven negro de Chicago, fue a visitar a sus parientes en Mississippi. Después de «atreverse» a hablar con una mujer blanca, dos hombres, también blancos, lo asesinaron brutalmente. Tras deliberar durante una hora, un jurado de varones, todos blancos, los declaró «inocentes». Tiempo después, en un artículo de la revista Life, ambos confesaron el crimen.