Chirpy
Durante doce años, Chirpy, una gaviota, visita diariamente al hombre que ayudó a curar su pata quebrada. Juan la invitaba a acercarse mostrándole galletas para perros, y así pudo alimentarla hasta que se curó. Chirpy vive en Instow Beach, en Devon, Inglaterra, pero entre septiembre y marzo, el ave y Juan se encuentran fácilmente: Chirpy vuela directo hacia él cuando…
Vecinos cercanos
Nuestro vecindario usa un sitio de Internet para ayudar a los vecinos a conectarse de inmediato entre sí. En mi comunidad, los integrantes advierten de la aparición de pumas, avisan sobre órdenes de evacuación por incendios forestales y ofrecen cuidar a los niños cuando surge la necesidad. El sitio también ha ayudado a encontrar mascotas. Al aprovechar el poder de Internet,…
Buena para ti
En 2016, la población mundial gastó unos 98.200.000.000 de dólares en chocolates. El número es impactante, pero al mismo tiempo, no es tan sorprendente. Después de todo, sabe delicioso y nos encanta comerlo. Por eso, todos se alegraron cuando se descubrió que la dulce golosina también beneficia mucho la salud. Contiene flavonoides, los cuales protegen el cuerpo contra el envejecimiento…
Deudas canceladas
En 2009, el condado de Los Ángeles dejó de cobrarles a las familias el costo del encarcelamiento de los hijos. De todos modos, los que tenían deudas previas a la nueva política, tenían la obligación de pagarlas. Luego, en 2018, el condado canceló toda deuda pendiente.
Apuntar al premio
En la película de ficción Forrest Gump, Forrest se vuelve famoso por correr. Lo que comenzó como un trote «hasta el final del camino» continuó durante tres años, dos meses, catorce días y dieciséis horas. Cada vez que llegaba a un destino, establecía otro y seguía corriendo, yendo de un lado a otro de Estados Unidos, hasta un día en que ya no tuvo más ganas. «Tener ganas» fue la manera en que empezó a correr. Forrest dice: «Ese día, sin ninguna razón en particular, decidí salir a correr un poco».
Únete al equipo callejero
Los trabajadores de la salud en San Francisco, California, están brindando atención médica a los drogadictos que viven en las calles y dándoles medicamentos para tratar su adicción. El programa surgió en respuesta al creciente número de personas sin techo que se drogan. Por lo general, los médicos esperan que los pacientes vayan a una clínica, pero si se les ofrece atención, no tienen que preocuparse por el transporte ni recordar que tienen una cita.
La verdad: ¿dulce o amarga?
Ya había tenido la mancha en mi nariz casi todo un año cuando fui a ver al médico. Los resultados de la biopsia volvieron días después con palabras que no quería oír: cáncer de piel. Aunque era operable y sin riesgo de vida, fue un trago amargo y difícil de digerir.
Líneas azules
Las pistas de carreras de esquí de montaña suelen marcarse con franjas de pintura azul rociada sobre la superficie de nieve blanca. Las toscas curvas pueden distraer la visual de los espectadores, pero son indudablemente vitales, tanto para el éxito como la seguridad de los competidores. La pintura sirve de guía para que los esquiadores visualicen el recorrido más veloz hacia el pie de la colina. Además, el contraste de la pintura contra la nieve los ayuda con la perspectiva, que es fundamental para protegerlos al andar a tan alta velocidad.
Pregúntale a quien tenga uno
A principios del siglo xx, la compañía automotriz Packard creó un eslogan para atraer compradores. «Pregúntale a quien tenga uno» se convirtió en un lema poderoso, el cual contribuyó a que la empresa se destacara por fabricar el mejor vehículo de lujo de aquella época. Al parecer, Packard entendía que el testimonio personal impacta en el oyente: la satisfacción de un amigo con un producto es una promoción eficaz.
Ojos en la nuca
De pequeña, era tan traviesa como cualquier otro niño, y trataba de ocultar mi mal comportamiento para evitar caer en problemas. No obstante, mi madre solía descubrir lo que había hecho. Recuerdo cómo me asombraba lo rápido y precisamente que se enteraba de mis travesuras. Cuando le preguntaba cómo sabía, siempre respondía: «Tengo ojos en la nuca». Por supuesto, esto me llevaba a investigar su cuello cuando ella se daba vuelta… ¿eran ojos invisibles o estaban escondidos detrás de su cabello rojizo? Cuando crecí, dejé de buscar pruebas de su par de ojos extra y me di cuenta de que yo no era tan astuta como creía. Su mirada atenta era una muestra de su amor e interés por sus hijos.