Our Authors

ver todo

Articles by Kenneth Petersen

Los menos probables

Hollywood nos muestra espías extraordinarios y apuestos que conducen lujosos autos deportivos, pero Jonna Mendez, una exjefe de la CIA, pinta una imagen opuesta. Un agente debe ser «el muchachito gris», dice ella. Alguien anodino, que no sobresalga, del que nadie se acuerde. Los mejores son aquellos menos probables que parezcan agentes.

Mil puntos de luz

El Cañón Dismals, en Alabama, Estados Unidos, atrae a muchos turistas todos los años; especialmente en mayo y junio cuando las larvas eclosionan y se convierten en luciérnagas. De noche, la luz azul brillante que irradian miles de ellas juntas crea un destello impresionante.

Dios inmutable

Una foto icónica muestra el rastro de una bota sobre un fondo gris. Es la huella del astronauta Buzz Aldrin, la cual dejó en la luna en 1969. Los científicos dicen que es probable que la huella todavía esté allí, intacta después de todos estos años. Sin viento ni agua, nada se erosiona en la luna, así que lo que sucede en el paisaje lunar permanece allí.

Lugares del corazón

Si alguna vez viajas a Middleton, en Wisconsin, Estados Unidos, tal vez quieras visitar el Museo Nacional de la Mostaza. Es un lugar asombroso, donde encontrarás 6.090 clases de mostaza de todo el mundo. Si vas a McLean, en Texas, te sorprenderás con el Museo del Alambre de Púas; y más aún, con la pasión por… las alambradas. Un escritor dice que hay cosas peores que pasar una tarde en el Museo de la Banana (aunque me permito disentir).

Un estudio en abuelas

Los investigadores de la Universidad Emory usaron resonancias magnéticas para estudiar el cerebro de las abuelas. Midieron las respuestas empáticas a imágenes que incluían a un nieto y a un hijo adulto propios, y a un niño desconocido. El estudio mostró que las abuelas tienen mayor empatía hacia su propio nieto que incluso hacia su hijo adulto. Esto se atribuye a lo que llamaron el «factor de la ternura» o a que su nieto era más «adorable» que el hijo adulto.

Dios nos habla

Recibí una llamada telefónica de un número desconocido. Suelo dejar que se graben en el buzón de voz, pero esa vez atendí. El telefonista preguntó cortésmente si tenía un minuto para que me compartiera un breve pasaje bíblico. Citó Apocalipsis 21:3-5, sobre cómo Dios «enjugará […] toda lágrima de los ojos de ellos». Habló sobre Jesús, nuestra seguridad y esperanza. Le dije que ya había aceptado a Jesús como mi Salvador personal, pero su objetivo no era «testificarme». Solo preguntó si podía orar conmigo. Y lo hizo, pidiéndole a Dios que me alentara y fortaleciera.

Capacitación en las Escrituras

A finales del siglo xix, comenzando en Canadá y extendiéndose por toda América del Norte, ministerios similares empezaron a desarrollarse. Para 1922, ya funcionaban unos 5.000 programas de Escuela Bíblica de Verano. La pasión que movió a aquellos pioneros de esta actividad fue el deseo de que los jóvenes conocieran la Biblia.

Ver a Jesús

A los cuatro meses de edad, Leo nunca había visto a sus padres. Había nacido con una extraña enfermedad que le nublaba la vista. Entonces, los médicos le colocaron unos lentes especiales.

¿Quién eres, Señor?

A los 16 años, Luis Rodríguez ya había estado en la cárcel por vender crack. Y ahora, por intento de asesinato, estaba de vuelta preso… con perspectiva de cadena perpetua. Pero Dios le habló e hizo que recordara sus primeros años cuando su madre lo llevaba fielmente a la iglesia. Tras las rejas, Luis sentía que Dios le sacudía el corazón. Finalmente, se arrepintió de su pecado y aceptó a Jesús.

El significado de la vida

Un cuento corto del escritor argentino Jorge Luis Borges narra sobre un militar romano, Marco Rufo, que bebe de un «río secreto que purifica de la muerte a los hombres». No obstante, con el tiempo, se da cuenta de que la inmortalidad no era todo lo que se suponía: la vida sin límite era una vida sin significado. En realidad, es la muerte lo que da significado a la vida. Marco descubre un antídoto: un río de agua clara. Después de beber de ella, una espina lacera su mano y se forma una gota de sangre, dándole a entender la restauración de su mortalidad.