Todo viene de Dios
Cuando tenía 18 años, conseguí mi primer trabajo a tiempo completo y aprendí una lección importante sobre la disciplina de ahorrar dinero. Trabajé y ahorré hasta tener lo suficiente para pagar un año de estudios. Entonces, mi mamá tuvo una cirugía de emergencia, y me di cuenta de que yo tenía en el banco el dinero para pagar su operación.
Velar y orar
Desde mi ventana, puedo ver una colina de 1.700 metros de altura, llamada Cerro del Borrego. En 1862, el ejército francés invadió México. Mientras el enemigo acampaba en el parque central de Orizaba, el ejército mejicano se estableció en la cima de este monte. Sin embargo, el general pasó por alto vigilar el acceso a la cumbre. Mientras dormían, los franceses los atacaron y murieron 2.000 soldados mejicanos.
Porque lo amo
El día antes de que mi esposo regresara de un viaje de negocios, mi hijo dijo: «¡Mamá, quiero que papá vuelva!». Le pregunté por qué quería que volviera, esperando que mencionara algo sobre los regalos que su padre solía traerle o que echara de menos jugar a la pelota con él. Sin embargo, respondió muy serio: «¡Quiero que vuelva porque lo amo!».
Libre de temor
El miedo me invade sin pedirme permiso. Crea una imagen de impotencia y desesperanza, y me roba la paz y la concentración. ¿A qué le temo? Me preocupa la seguridad y la salud de mi familia y seres queridos. Me aterra la pérdida del trabajo o las relaciones rotas. El miedo me lleva a mirarme a mí misma y revela un corazón al que, a veces, le cuesta confiar.
El lenguaje del amor
Cuando mi abuela fue a México como misionera, le resultó difícil aprender español. Un día, fue al mercado, le mostró su lista de compras a la muchacha que la atendió y le dijo: «Está en dos lenguas», queriendo explicar que la había escrito en dos «idiomas». El carnicero oyó de lejos y supuso que ella quería comprar dos lenguas de vaca. Mi abuela no se dio cuenta hasta que llegó a su casa. ¡Nunca antes había cocinado lengua de vaca!
Servir a Cristo
«Soy secretaria —me dijo una amiga—. Cuando les digo esto a los demás, algunos me miran con lástima. Pero, cuando descubren quién es mi jefe, ¡abren los ojos con admiración!». En otras palabras, a veces, la sociedad define algunos trabajos como inferiores, a menos que estén relacionados con personas ricas o famosas.
Lágrimas y risa
El año pasado, volví a conectarme con unas amigas que no veía hace mucho tiempo. Nos reímos y disfrutamos del reencuentro, pero también lloré, porque las había extrañado mucho.
¿Por qué yo?
Rut era extranjera, viuda y pobre. En muchas partes del mundo actual, se la consideraría alguien insignificante; sin futuro ni esperanza.
Nuestro brillo
Una niña pequeña se preguntaba cómo sería un santo. Un día, su madre la llevó a una gran catedral para que viera los bellísimos vitrales de escenas bíblicas. Ante tal belleza, la niña exclamó: «Ahora sé cómo son los santos: ¡personas que dejan que la luz brille a través de ellas!».
El Dios que pinta
Nezahualcoyotl (1402-1472) tal vez haya tenido un nombre difícil de pronunciar, pero su significado es sumamente importante: «coyote hambriento»; y sus escritos revelan su hambre espiritual. Como poeta y gobernante de México, antes de la llegada de los europeos, escribió: «Verdaderamente, los dioses que yo adoro son ídolos de piedra que no hablan ni sienten […]. Algún poderoso, escondido y desconocido dios es el creador de todo el universo. Es el único que puede consolarme en mi aflicción y ayudarme con la tremenda angustia de mi corazón. Quiero que él sea mi ayuda y protección».