Decir que sí por fe
Cuando me preguntaron si aceptaba una nueva responsabilidad en el trabajo, quería decir que no, pensando en los desafíos y mi sensación de ineptitud para manejarlos. Pero tras orar y buscar la guía de la Biblia y de otros creyentes, entendí que Dios me indicaba que dijera que sí. Aunque las Escrituras me confirmaban su ayuda, acepté, pero con ciertos temores.
Juntos en Jesús
La mayoría de los 300 residentes de Whittier, Alaska, viven en un gran complejo de apartamentos. Por eso, a Whittier se lo llama «un pueblo bajo un mismo techo». Amie, una exresidente, dice: «No tenía que salir del edificio; la tienda de alimentos, la escuela y el correo estaban en la planta baja… ¡solo bajar en el ascensor!».
Buena sopa de arroz
El plato que más vendía Jocelyn en su puesto de comida era su sopa de arroz. Revolvía cuidadosamente el arroz cocido, hasta obtener una consistencia suave. Por eso, se sorprendió cuando un cliente habitual dijo: «Tu sopa de arroz sabe diferente. La textura no es tan fina».
Nuestro impacto en los demás
Cuando el Dr. Lee, mi profesor del seminario, notó que Benjie, el conserje, llegaría tarde al almuerzo, apartó silenciosamente un plato de comida para él. Mientras charlábamos con mis compañeros, también puso la última porción de torta en una fuente y le agregó un poco de coco rallado delicioso. Esta acción bondadosa de un teólogo sobresaliente fue una de muchas, y lo que considero una expresión de la fidelidad a Dios del Dr. Lee. Veinte años después, la profunda impresión que me produjo aún perdura.
Nuestro verdadero refugio es Dios
Después de la muerte de su esposa, Alfredo sintió que podría soportar el dolor mientras siguiera desayunando los lunes con sus amigos jubilados, que lo alentaban. Cuando se ponía triste, pensaba en la próxima vez que disfrutaría de su compañía. Su mesa en el rincón era su lugar seguro para superar la angustia.
¿Qué a ti?
«¿Por qué me das un pirulí de fresas cuando ella tiene uno de uva?», preguntó mi sobrina de seis años. Mis sobrinos me enseñaron desde temprano que los niños suelen comparar lo que se les da con lo que reciben otros. Esto significa que, como la tía consentidora, ¡es mejor que piense bien las cosas!
Nuevo y seguro
Durante tres años, aparte de las necesidades básicas del hogar, Susana no se compró nada para ella. La pandemia de Covid-19 afectó sus ingresos, y ella adoptó un estilo de vida sencillo. «Un día, mientras limpiaba mi apartamento, observé lo desgastadas que lucían mis cosas —compartió—. Fue entonces que empecé a echar de menos la sensación de renovación y entusiasmo. Mi entorno parecía triste y estancado. Sentí como si no hubiera nada que esperar del fututo».
Misericordia con pizza
La invitación a cenar del líder de mi iglesia y su esposa me enterneció, pero también me puso nerviosa. Me había unido a un grupo de estudio bíblico universitario que enseñaba conceptos opuestos a enseñanzas de la Biblia. ¿Me darían un sermón sobre eso?
Llamado y equipado por Dios
«Tu tarea para la exposición internacional del libro —me informó mi jefe— es organizar allí un programa de radio». Sentí temor porque era territorio nuevo para mí, y oré: Dios, nunca hice algo así. Ayúdame.
Dios conoce nuestras necesidades
Lando, un chofer de jeepney (una forma de transporte público en Filipinas) en Manila, tragaba café en un puesto junto a un camino. Después del aislamiento por Covid-19, la gente volvía a transitar, y pensó: Los eventos deportivos hoy significan más pasajeros. Recuperaré lo perdido. Por fin, puedo dejar de preocuparme.