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Articles by John Blase

Hacer la paz en Jesús

El acróbata Philippe Petit se hizo famoso en 1971 cuando caminó sobre una cuerda floja entre las torres de la catedral de Notre Dame en París. Tres años después, fue arrestado por caminar sin autorización entre las Torres Gemelas que anteriormente caracterizaban Nueva York. Pero en 1987, la caminata de Petit lució diferente. Como parte del festival de Israel ese año, el alcalde de Jerusalén, Teddy Kollek, invitó a Petit a caminar sobre un cable a través del valle de Hinnom. A mitad de camino, Petit soltó una paloma para simbolizar la belleza de la paz. Extraño y peligroso, pero todo por causa de la paz. Tiempo después, Petit dijo: «Por un instante, toda la multitud olvidó sus diferencias».

Todavía fructífero para Dios

Una leyenda cuenta de una mujer que todos los días llevaba agua de un río a su casa en dos baldes que colgaban de ambos extremos de un palo: uno, nuevo y sólido, y el otro, mucho más viejo y agrietado. Cuando llegó a casa, el nuevo seguía lleno, pero el viejo estaba casi vacío. Este se sintió mal y se disculpó. La mujer giró y señaló el camino recorrido, y preguntó al balde viejo: «¿Ves todas esas flores junto al camino? Todos los días las regaste, y mi camino de ida y vuelta al río está siempre lleno de belleza».

Una casi verdad sigue siendo una falsedad

¿Cinematografía? Bien hecho. ¿Sonido? Relajante y reflexivo. ¿Contenido? Intrigante y cercano. El video presentaba un estudio en el que inyectaban en secuoyas una sustancia similar a la adrenalina, para impedir que quedaran inactivas. Los árboles murieron porque se les impidió atravesar el ciclo natural «invernal».

Conquistar montañas juntos

Tal vez hayas visto u oído este dicho: «Si quieres ir rápido, ve solo. Pero si quieres ir lejos, ve acompañado». Es un concepto encantador, ¿no? Pero ¿hay alguna prueba firme que asegure que este pensamiento no es solo encantador sino también cierto?

Ejercicio de recuperación

¿Alguna vez estabas relatando algo y te detuviste porque no podías recordar un nombre o una fecha? A menudo lo atribuimos a la edad, pero estudios recientes ya no apoyan esta idea, sino que indican que la memoria no es un problema sino nuestra capacidad de recuperar esos recuerdos. Si no se realiza algún tipo de ejercicio regular, la memoria se torna más difícil.

Una vida en cinco palabras

En 2020, el erudito y escritor J. I. Packer murió cinco días antes de cumplir 94 años. Su libro titulado El conocimiento del Dios santo superó el millón y medio de copias vendidas. Defensor de la autoridad bíblica y el discipulado, instaba a los creyentes a tomar en serio vivir para Cristo. Cerca del final de su vida, le pidieron un consejo para la iglesia, que resumió en solo cinco palabras: «Glorifiquen a Cristo en todo».

Sediento y agradecido

Con dos amigos, estábamos cumpliendo una de las cosas que queríamos hacer antes de morir: recorrer el Cañón del Colorado. Al comenzar la caminata, dudamos de tener suficiente agua, y nos quedamos sin nada cuando todavía faltaba un trecho para llegar al borde del acantilado. Aparecieron jadeos, mezclados con oraciones. Entonces, doblamos en una curva y sucedió lo que seguimos considerando un milagro: divisamos tres botellas de agua en un hueco de una roca, con una nota: «Sabíamos que necesitarían esto. ¡Disfruten!». Nos miramos sin poder creerlo, susurramos un agradecimiento a Dios, bebimos un par de muy necesarios tragos y partimos hacia el último tramo. Nunca estuve tan sediento —y agradecido— en mi vida.

Consejo de alguien mayor

«¿Qué lamento?». Esta fue la pregunta que George Saunders, el escritor de mayor venta del New York Times, respondió en su discurso de apertura en la Universidad Syracuse en 2013. Era sobre una persona mayor (Saunders) que compartió una o dos cosas que lamentaba de su vida con jóvenes (los graduados), que podían aprender algo de su ejemplo. Enumeró algunas cosas que la gente podía suponer que lamentara, como ser pobre o hacer trabajos terribles. Pero dijo que no lamentaba eso para nada. Lo que sí lamentaba era sus faltas de benignidad: esas oportunidades que había tenido de ser benigno y que dejó pasar.

Amar como Jesús

Todos lo amaban. Estas palabras se usaron para describir a Giuseppe Berardelli, de Casnigo, Italia. Giuseppe era un querido hombre que recorría el pueblo en una vieja motocicleta y siempre saludaba diciendo: «paz y bondad». Trabajó incansablemente por el bien de los demás. Pero en los últimos años de su vida, su salud empeoró cuando contrajo coronavirus. La reacción de la comunidad fue comprarle un respirador. Sin embargo, cuando su condición se agravó, quiso que usaran el equipo para un paciente más joven que lo necesitaba. Oír esto no sorprendió a nadie, ya que era simplemente característico de un hombre que era amado y admirado por amar a otros.

Clamar a Dios

En su libro Adopted for Life [Adoptado de por vida], el Dr. Russell Moore describe el viaje de su familia a un orfanato para adoptar a un niño. Cuando entraron en la guardería, el silencio era sorprendente. Los bebés nunca lloraban, y no porque nunca necesitaran nada, sino porque habían aprendido que a nadie le importaba lo suficiente como para responder.