Our Authors

ver todo

Articles by Joe Stowell

Su amorosa presencia

Cuando nos enteramos de que a una amiga le habían diagnosticado cáncer, quedamos destrozados. Ella era una persona vivaz que había bendecido a todos los que se cruzaban en su camino. Mi esposa y yo nos gozamos cuando empezó a recuperarse, pero, a los pocos meses, el cáncer volvió para vengarse. Era demasiado joven para morir…

Dios de lo común y corriente

A veces, cuando escuchamos que Dios hizo algo increíble en la vida de alguien, nos gozamos, pero quizá también nos preguntemos por qué el Señor no ha obrado así en nuestra vida últimamente.

Grandes obras de la literatura

Hace poco, leí un artículo sobre qué es una gran obra de la literatura, que decía: «Te cambia. Cuando terminas de leer, eres una persona diferente».

Estudio cardiológico

Cuando viajaba diariamente en tren mientras vivía en Chicago, siempre cumplía el «código de conducta implícito», como no conversar con un desconocido sentado a tu lado. Para alguien como yo para quien nadie es extraño, esto era difícil. ¡Me encanta hablar con desconocidos! Aunque cumplía con lo establecido, me di cuenta de que pueden descubrirse cosas sobre la gente por la sección que lee en el periódico. Entonces, observaba para ver dónde lo abría primero: ¿negocios, deportes, política, actualidad? La elección revelaba su interés.

Bendita Certeza - Décimo día

Pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. - 2 CORINTIOS 5:8

 
Lectura bíblica para hoy: 2 Corintios 5:1-10

 

Mientras hablaba con un hombre cuya esposa había fallecido, me contó que un amigo le había dicho: «Lamento que hayas perdido a tu esposa». ¿Qué le contestó él? «Ah, no, no la perdí. ¡Sé exactamente dónde está!».

Para algunos, esto puede parecerles una afirmación…

Lo mejor está por venir

En nuestra familia, marzo significa algo especial, ya que comienza el torneo de baloncesto universitario. Nuestra gran afición a este deporte hace que miremos los partidos y alentemos entusiasmados a nuestros equipos favoritos. Si encendemos el televisor con tiempo, podemos escuchar a los comentaristas que hablan sobre lo que pasará y disfrutar de la sesión previa, donde los jugadores practican lanzamientos y calientan los músculos con sus compañeros de equipo.

Apaga el marcador

En la fiesta de bodas de su hijo, mi amigo Roberto les ofreció consejo y ánimo a los recién casados. En su discurso, habló de un entrenador de fútbol que, cuando su equipo perdía un partido, mantenía el resultado en el marcador toda la semana para recordarles su fracaso. Aunque esta puede ser una buena estrategia deportiva, Roberto señaló sabiamente que es terrible para el matrimonio. Cuando tu cónyuge te irrita o te falla de alguna manera, no marques constantemente el error. Apaga el marcador.

Tal vez este año

Mi padre era pastor. El primer domingo de cada año predicaba sobre el retorno de Cristo, y muchas veces, se basaba en el pasaje de 1 Tesalonicenses 4. Siempre concluía diciendo: «Tal vez este sea el año en que Jesús vuelva. ¿Estás preparado para encontrarte con Él?». Jamás olvidaré que, cuando tenía seis años, escuché ese mensaje y pensé: Si esto es cierto, no estoy seguro de estar entre los que venga a buscar. Sabía que mis padres irían al cielo, y yo también quería ir. Por eso, cuando mi papá volvió a casa, le pregunté cómo podía estar seguro. Entonces, abrió su Biblia, me leyó unos versículos y me dijo que necesitaba un Salvador. Enseguida reconocí que era pecador y, ese mismo día, él me guió a Cristo. Siempre le estaré agradecido por haberme inculcado esas verdades.

Talla única

Como a la mayoría de los niños, me encantaba la Navidad. Solía husmear ansiosamente alrededor del árbol para ver qué juguetes me regalarían. Pero me desilusionaba cuando empezaban a darme camisas y pantalones. ¡Los regalos para adultos eran aburridos! La Navidad pasada, mis hijos me regalaron unas medias geniales, con dibujos y colores brillantes. ¡Me sentí joven otra vez! Aun los grandes pueden usar esas medias, que, como indicaba la etiqueta, eran «talla única».

Perros paracaidistas

Me asombra la historia de los perros paracaidistas de la Segunda Guerra Mundial. Mientras las tropas aliadas se preparaban para el Día D, usaban la agudeza sensorial de los perros, los cuales, a través de su olfato, advertían del peligro de los campos minados y las guiaban por lugares seguros. Sin embargo, la única manera de hacer que los soldados ubicados detrás del frente enemigo dispusieran de esos perros era lanzándolos en paracaídas. Por instinto, a los perros eso les da miedo… y para ser sinceros, no son los únicos. De todos modos, después de semanas de entrenamiento, aquellos animales aprendían a confiar en sus amos lo suficiente como para saltar cuando se lo indicaban.