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Articles by Jennifer Benson Schuldt

Caminos misteriosos


Cuando mi hijo empezó a asistir a las clases de chino, me maravillaron las notas que llevó a casa después de la primera sesión. Como mi lengua nativa es el inglés, me resultaba difícil entender que esos caracteres se relacionaran con palabras habladas. Parecía increíblemente complejo… casi incomprensible.


El poder de la alabanza

Guillermito fue secuestrado de la acera de su casa cuando tenía nueve años. Durante horas, mientras el secuestrador lo llevaba en un auto, no sabía qué iba a sucederle. Entonces, decidió cantar una canción llamada Toda la alabanza. Mientras repetía la letra una y otra vez, el hombre insultaba y le decía que se callara. Finalmente, detuvo el auto y dejó que Guillermito se bajara… sano y salvo.

Todos a bordo


Un día, cuando dejé a mi esposo en la estación de ferrocarril local, observé al conductor que miraba para ver si había algún rezagado. Una mujer con el cabello mojado salió corriendo del estacionamiento y se subió al tren. Después, un hombre con traje oscuro corrió hacia la plataforma y entró en un vagón. El conductor esperaba pacientemente mientras varias personas más llegaban a último momento y subían.


El mundo de Dios


Sabía que a mi hijo le encantaría que le regalara un mapamundi para su cumpleaños. Después de hacer algunas compras, encontré un colorido mapa de los continentes, con ilustraciones en cada región. Una mariposa alas de pájaro cubría Papúa, en Nueva Guinea; cascadas de montañas recorrían Chile; un diamante adornaba Sudáfrica. Me encantó, pero dudé sobre la etiqueta al pie del mapa: Nuestro mundo.


Primero, ora


Cuando mi esposo y yo supervisamos que nuestro hijo ensaye sus lecciones de piano, empezamos pidiéndole a Dios que nos ayude, ya que ninguno de nosotros sabe tocar ese instrumento. Así que, los tres estamos entendiendo algunos misterios musicales, tales como el significado de «staccato» y «ligadura», y el uso de las teclas negras.


Ven a mí


En 1834, Charlotte Elliot escribió el himno «Tal como soy». Sufrió una discapacidad durante muchos años, y aunque quiso ayudar a reunir fondos para una escuela para niñas, estaba demasiado enferma. Se sentía inútil, y esta angustia interior hizo que comenzara a dudar de su fe en Cristo. Entonces, escribió el himno en respuesta a su vacilación. La clave de su desazón tal vez se expresa mejor en esta estrofa:


Regalo de esperanza

Cuando un poderoso tifón arrasó la ciudad de Tacloban, en Filipinas, en 2013, murieron aproximadamente 10.000 personas, y muchas otras que sobrevivieron se encontraron sin casa y sin trabajo. Los productos esenciales se volvieron escasos. Tres meses más tarde, mientras la ciudad todavía luchaba para recuperarse de la destrucción, un bebé nació al borde de un camino cerca de la ciudad, en medio de lluvias torrenciales y un fuerte viento. Aunque el clima traía recuerdos dolorosos, los habitantes trabajaron juntos para encontrar una partera y transportar a la madre y al recién nacido a una clínica. El bebé sobrevivió, creció y se transformó en un símbolo de esperanza durante una época de desesperación.

El mundo invisible

¿Sabías que los microbios que tienes en una mano superan la cantidad de personas que habitan la Tierra? ¿O que millones de ellos pueden encontrarse en el ojo de una aguja? Estos organismos vivientes unicelulares son demasiado pequeños para verlos sin un microscopio; aun así, viven en el aire, la tierra, el agua e, incluso, nuestro cuerpo. Interactuamos constantemente con ellos, aunque su mundo está completamente fuera de nuestra percepción.

Por nuestra salud

Según una investigación del departamento médico de una prominente universidad: «Si la gratitud fuera un medicamento, sería el producto mejor vendido en el mundo, por sus [beneficios saludables] para todos los sistemas importantes del organismo».

Explosión maravillosa

En el libro Kisses from Katie [Besos de Katie], Katie Davis relata el gozo de mudarse a Uganda y adoptar a varias niñas de aquel país. Un día, una de sus hijas le preguntó: «Mamá, si dejo que Jesús entre en mi corazón, ¿voy a explotar?». Al principio, Katie le dijo que no. Que Jesús entre en nuestro corazón es un acontecimiento espiritual.