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Articles by Jennifer Benson Schuldt

Calmar la tormenta

Mi sobrina de tres años está empezando a entender que puede confiar en Jesús en cualquier situación. Una noche, mientras oraba antes de acostarse durante una tormenta, juntó sus manos, cerró los ojos y dijo: «Querido Jesús, sé que estás aquí con nosotros. Sé que nos amas. Y sé que la tormenta se detendrá cuando tú le digas».

El cambio que trae Cristo

Cuando se me formó una mancha irritada en la piel cerca del ojo, utilicé maquillaje para cubrirla. Esto mantuvo mi problema en secreto un tiempo. Sin embargo, la mancha no desapareció y supe que necesitaba atención médica. La mañana de la cita con el médico, no me maquillé. Quería que viera bien el problema y lo tratara para que pudiera curarse.

Un final hermoso

Una cálida noche, me encontré con unos amigos para ir a comer a un restaurante que ofrecía música jazz en vivo al aire libre, pero cuando llegamos, el patio estaba lleno. Decepcionados, tuvimos que caminar varias cuadras para encontrar otro lugar para cenar.

Dios, nuestro lugar seguro

Habíamos estado viajando en auto durante quince horas, y era ya de noche cuando una alerta de tornado captó nuestra atención: debíamos protegernos de inmediato. Justo en ese momento, relámpagos explotaron en el cielo y el viento empezó a presionar contra el auto. Aceleramos para salir de la autopista y estacionamos cerca de un edificio de cemento de un hotel. Entramos corriendo, agradecidos de encontrar refugio.

Enredados

Las enredaderas de sandías habían invadido mi jardín. Cruzaron el sendero de piedra, treparon la cerca, y lo peor de todo, trataron de ahogar mis plantas de verduras favoritas. Sabía que la huerta no duraría si no hacía algo. Entonces, una tarde empecé a desenredar los zarcillos de los tallos y las hojas. Cuando volvían a crecer, seguía quitándolos, hasta que finalmente las plantas produjeron tomates regordetes y pimientos brillosos.

Enredados

Las enredaderas de sandías habían invadido mi jardín. Cruzaron el sendero de piedra, treparon la cerca, y lo peor de todo, trataron de ahogar mis plantas de verduras favoritas. Sabía que la huerta no duraría si no hacía algo. Entonces, una tarde empecé a desenredar los zarcillos de los tallos y las hojas. Cuando volvían a crecer, seguía quitándolos, hasta que finalmente las plantas produjeron tomates regordetes y pimientos brillosos.

Desesperanzado o esperanzado

Cada otoño, plantas como la ambrosía irritan los senos nasales de mi hijo. Una noche, sus síntomas se agravaron tanto que pensé que debía ir al médico. Nuestra familia acababa de recuperarse de meses de graves problemas de salud, y yo estaba tan desanimada que ni siquiera quería orar. Mi marido, sin embargo, encontró esperanza en todo lo que Dios ya nos había ayudado a superar. Oró pidiendo orientación. Poco después, con la ayuda de la medicina, nuestro hijo mejoró.

Desesperanzado o esperanzado

Cada otoño, plantas como la ambrosía irritan los senos nasales de mi hijo. Una noche, sus síntomas se agravaron tanto que pensé que debía ir al médico. Nuestra familia acababa de recuperarse de meses de graves problemas de salud, y yo estaba tan desanimada que ni siquiera quería orar. Mi marido, sin embargo, encontró esperanza en todo lo que Dios ya nos había ayudado a superar. Oró pidiendo orientación. Poco después, con la ayuda de la medicina, nuestro hijo mejoró.

Moldeado por Dios

Dan Les, un alfarero de toda la vida, crea vasijas decorativas y esculturas. Sus premiados diseños se inspiran en el pueblo de Rumania donde vive. Tras aprender de su padre, comentó sobre su trabajo: «[La arcilla necesita] fermentar durante un año, recibir lluvia, congelarse y derretirse [para que] puedas moldearla y sentir en tus manos que te está escuchando».

Nuestros planes y los planes de Dios

Hace años, mi esposo decidió viajar a África con un grupo de su iglesia. A último momento, les aconsejaron no viajar. Todos estaban decepcionados, pero el dinero que habían reunido para el vuelo, el alojamiento y la comida se donó a las personas a quienes habían tratado de visitar, las cuales lo usaron para construir un edificio para refugiar a víctimas de abuso.