Pecadores como nosotros
Tengo una amiga, Edith, que me contó sobre el día que decidió seguir a Jesús.
¿Qué te apasiona?
Uno de los cajeros del banco donde tengo mi cuenta, tiene una foto de un Shelby Cobra descapotable pegada en la ventanilla. (El Cobra es un coche de alto rendimiento fabricado por Ford).
Rostros
Cuando nuestra nieta Sarah era pequeña, me explicó lo que sucede cuando morimos: «Solo tu rostro se va al cielo, no tu cuerpo. Te dan un cuerpo nuevo, pero conservas la misma cara».
Firme en las promesas
Cuando eran chicos, el amigo de mi hermano le aseguró a su hermana que un paraguas tenía suficiente capacidad para sostenerla si ella tan solo lo «creía». Entonces, «por fe», ella saltó del techo de un granero… y se desmayó tras una pequeña contusión.
El lugar de espera
«Esperar que un pez muerda el anzuelo o esperar que el viento haga volar una cometa. O esperar que llegue el viernes por la noche […]. Lo que todos hacemos es, simplemente, esperar», dice el Dr. Seuss, autor de muchos libros para niños.
Dejar un legado
Hace unos años, mi hijo y yo pasamos una semana en una estancia abandonada junto al río Salmon, el «Río sin retorno», en Idaho, Estados Unidos.
Revelado para ser sanado
Cuando era chico, observaba a mi padre arar campos que nunca habían sido cultivados. En la primera pasada, aparecían piedras grandes, que él acarreaba. Este proceso seguía una y otra vez para romper bien el terreno. En cada ocasión, aparecían piedras más pequeñas, que él arrojaba a un costado. Se requerían muchas pasadas para preparar bien el campo.
Gritos o gracia
Mi amigo Archie volvió de las vacaciones y descubrió que su vecino había levantado una cerca de un metro y medio de alto dentro de su propiedad. Archie pasó varias semanas tratando de convencerlo de quitarla. Ofreció ayudarlo y dividir los gastos por el trabajo, pero no funcionó. Podría haber apelado a las autoridades civiles, pero decidió ceder su derecho y dejar la cerca… para mostrarle a su vecino algo de la gracia de Dios.
Escuchar su voz
Tengo problemas de audición… «sordo de un oído y sin poder oír del otro», como solía decir mi padre. Por eso, uso audífonos.
Como mi padre
Las botas vaqueras polvorientas y con tacos altos de mi padre, que conservo sobre el piso de mi oficina, son un recordatorio diario de la clase de hombre que era.
Entre otras cosas, criaba y entrenaba caballos cortadores; equinos atletas que se mueven con mucha agilidad. Me encantaba verlo trabajar, y me maravillaba que pudiera mantenerse montado sin caerse.
De…